La hemodiálisis utiliza una máquina para extraer sangre del cuerpo, filtrarla y bombear sangre limpia al interior del cuerpo. El proceso de filtración tiene lugar en una parte de la máquina llamada dializador, o riñón artificial.
El dializador consta de dos partes. Una parte es para la sangre. Y la otra parte se llena de una solución limpiadora llamada dialisato.
Ambas partes del dializador están separadas por una fina membrana. Las células sanguíneas y otras partes importantes de la sangre son demasiado grandes para pasar a través de la membrana. Pero los productos de desecho y los fluidos sobrantes la atraviesan con facilidad.
El dialisato extrae los productos de desecho y los líquidos sobrantes de la sangre, a través de la membrana y los elimina al exterior. Y la sangre filtrada se bombea y regresa al cuerpo de nuevo.
Las sangre fluye del cuerpo a la máquina y luego hacia el cuerpo a través de unos tubos. Estos tubos van unidos a unas agujas que entran en la piel de la persona. La agujas se conectan con venas o arterias de gran tamaño través de un acceso vascular. Los médicos necesitan crear este acceso vascular antes de iniciar la diálisis.
La creación del acceso vascular implica una operación de poca importancia. La mayoría de los pacientes están despiertos durante el procedimiento, pero reciben anestesia local para no sentir nada en el área de la operación. De hecho, los cirujanos suelen crear el acceso vascular una pocas semanas antes de que empiece la hemodiálisis. Así, da tiempo a que se cure el acceso vascular.
Existen tres tipos distintos de acceso vascular, pero todos ellos desempeñan la misma función:
- las fístulas y los injertos conectan arterias a venas para aumentar el tamaño del vaso sanguíneo. Los cirujanos suelen crear estos dos tipos de acceso vascular en los brazos del paciente.
- A veces, los médicos utilizan un catéter para acceder a la sangre del paciente. Los catéteres que se utilizan en la diálisis se pueden establecer en el cuello, el pecho u otra parte del cuerpo. Los catéteres se suelen utilizar de forma temporal hasta que el paciente disponga de una fístula o de un injerto.
¿Cuándo se hace?
La hemodiálisis dura unas cuatro horas y se debe hacer tres veces a la semana. La mayoría de la gente va a una clínica especial, llamada centro de diálisis, a recibir este tipo de tratamiento. Alguna gente recibe diálisis en un hospital. En algunas ocasiones, los centros de diálisis forman a las familias para que hagan el tratamiento en casa, aunque no es frecuente.
Después de que lo conecte a la máquina de diálisis, el paciente se acuesta o se sienta en una silla. Mientras dura el tratamiento, el paciente puede aprovechar el tiempo para leer, ver la televisión, jugar a vídeo-juegos o hacer la siesta.