La oxigenación hiperbárica (OHB) es un tratamiento médico que utiliza tecnología de punta. La idea es «llenar» al cuerpo con oxígeno 100% puro, a través de presiones atmosféricas elevadas con el objetivo de tratar indicaciones médicas específicas y enfermedades degenerativas.

 

Su surgimiento y desarrollo están vinculados a métodos de compresión y descompresión, utilizados como tratamiento en la medicina subacuática.

Efectos sobre el organismo

De acuerdo con la Asociación Latinoamericana de Medicina Hiperbárica(ALMH), la oxigenación OHB constituye una rama de la medicina de ambientes especiales en pleno desarrollo.

 

Su uso terapéutico se basa en un incremento de la capacidad de difusión y tensión del oxígeno en los líquidos corporales, fundamentalmente en el plasma sanguíneo, al respirar oxígeno puro en condiciones de presión ambiental elevada y en el interior de recipientes herméticos llamados cámaras hiperbáricas.

 

Esta acción genera toda una serie de efectos físicos beneficiosos de gran aplicación en un número cada vez mayor de enfermedades.

 

Enfermedades que se pueden tratar

 

La Sociedad Submarina y Médica Hiperbárica de Estados Unidos reconoce 13 males o enfermedades para los que es legítimo poner a pacientes en cámaras bajo alta presión, las cuales fuerzan la entrada de oxígeno a su sangre y tejidos. De ellas 11 ya fueron aprobadas por el sistema de salud Medicare, lo que indica que existe sólida evidencia de la efectividad de esta terapia.

Por su parte, los especialistas de la ALMH señalan que la anticipación en el tratamiento de muchas enfermedades es un factor primordial para obtener resultados satisfactorios.

 

Entre las enfermedades y padecimientos que se consideran de “urgencia” a tratar con OHB destacan: pie diabético, intoxicación por monóxido de carbono, humo o cianuro y otros venenos tisulares; gangrena gaseosa, enfermedad descompresiva (por buceo), síndrome compartimentar y otras isquemias agudas traumáticas.

 

También el herpes zóster, la oclusión de la arteria central de la retina y la neuritis óptica y se suman la sordera súbita y el trauma acústico, las asfixias agudas como el ahogamiento incompleto, estrangulación, ahorcamiento fallido, etc.

 

Entre las enfermedades no urgentes, el OHB es muy recomendado para tratar padecimientos oftalmológicos como úlceras corneales, infecciones oculares, glaucoma de ángulo abierto y retinopatía diabética; problemas ortopédicos como la necrosis aséptica del adulto, retardo en la consolidación de fracturas y como apoyo a injertos óseos.

 

En casos neurológicos de esclerosis múltiple, edema cerebral y como apoyo a la rehabilitación de secuelas neurológicas. En padecimientos gastroenterológicos como la hepatitis viral aguda tipo B, la insuficiencia hepática aguda o la colitis ulcerativa idiopática. El OHB es sumamente útil como apoyo en la rehabilitación de diversas cirugías, así como en el tratamiento de enfermedades angiológicas, ginecológicas y urológicas.

 

Contraindicaciones más importantes

 

Aunque la OHB es un método terapéutico relativamente inocuo, no es recomendado para personas que padecen claustrofobia, incompatibilidad con ciertos medicamentos, infecciones respiratorias agudas, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, epilepsia, hipertensión arterial descompensada, nefritis aguda, embarazo, glaucoma de ángulo estrecho o que se encuentran bajo tratamiento con medicamentos que elevan la acción tóxica del oxígeno, entre otras muchas contraindicaciones.

Al final la recomendación es visitar a su tratante en medicina hiperbárica o en su defecto visitar nuestro sitio web  https://medicosenmerida.mx/medicos-en-merida/camara-hiperbarica-y-medicina-hiperbarica/ para encontrar el especialista que mejor se adapte a sus necesidades.