Mandil de laboratorio

El mandil de laboratorio está diseñado para proteger la ropa y la piel de las sustancias químicas que pueden derramarse o producir salpicaduras. Debe llevarse siempre abrochada y cubrir hasta debajo de la rodilla

Existen diferentes tipos de batas de laboratorio recomendables para distintos tipos de protección; por ejemplo:

  • Algodón – protege frente a objetos “volantes”, esquinas agudas o rugosas y es un buen retardante del fuego.
  • Lana – protege de salpicaduras o materiales triturados, pequeñas cantidades de ácido y pequeñas llamas.
  • Fibras sintéticas – protege frente a chispas, radiación IR o UV. Sin embargo, las batas de laboratorio de fibras sintéticas pueden amplificar los efectos adversos de algunos peligros del laboratorio. Por ejemplo, algunos disolventes pueden disolver tipos particulares de fibras sintéticas disminuyendo, por tanto, la capacidad protectora de la bata. Además, algunas fibras sintéticas funden en contacto con la llama. Este material fundido puede producir ampollas y quemaduras en la piel y emitir humos irritantes.
  • Tela aluminizada y refractaria – protege frente a la radiación de calor.

En el caso del laboratorio de Química es recomendable utilizar mandiles de algodón puesto que éstos no producen chispas por fricción, ni se encienden al contacto con la llama. Adicionalmente es recomendable que dicho mandiles tengan sus mangas terminadas en puño para que no queden extremos colgando que puedan engancharse en frascos u otros objetos.

Delantal de laboratorio

El delantal proporciona una alternativa al mandil de laboratorio. Generalmente es de plástico, cuerina o caucho para protegerse de sustancias químicas corrosivas e irritantes. Un delantal debe llevarse sobre prendas que cubran los brazos y el cuerpo.

En un caso extremo se puede usar ambos; es decir, el mandil cubierto por el delantal, logrando así una protección máxima al momento de trabajar.