Cardiopatía isquémica

La cardiopatía isquémica es la enfermedad ocasionada por la arteriosclerosis de las arterias coronarias, es decir, las encargadas de proporcionar sangre al músculo cardíaco (miocardio).

La arteriosclerosis coronaria es un proceso lento de formación de colágeno y acumulación de lípidos (grasas) y células inflamatorias (linfocitos). Estas tres causas provocan el estrechamiento de las arterias coronarias.

Este proceso empieza en las primeras décadas de la vida, pero no presenta síntomas hasta que la estenosis de la arteria coronaria se hace tan grave que causa un desequilibrio entre el aporte de oxígeno al miocardio y sus necesidades.

Causas

La cardiopatía isquémica es una enfermedad que se puede prevenir de forma significativa, si se conocen y controlan sus factores de riesgo cardiovascular. Los principales son:

  • Más prevalencia en personas de mayor edad.
  • Se da más en los hombres, aunque la frecuencia en las mujeres se iguala a partir de la menopausia.
  • Antecedentes de cardiopatía isquémica prematura en la familia.
  • Aumento de las cifras de colesterol total, sobre todo del LDL (malo).
  • Disminución de los valores de colesterol HDL (bueno).
  • Tabaquismo.
  • Hipertensión arterial.
  • Diabetes mellitus.
  • Obesidad.
  • Sedentarismo.

La enfermedad coronaria se manifiesta fundamentalmente como angina de pecho o infarto agudo de miocardio. También puede producir alteraciones del ritmo cardiaco (arritmias).

Los dos casos son debidos por falta de oxígeno en una parte del músculo cardíaco. La angina de pecho se produce cuando la falta de riego es pasajera y no deja daño. Cuando la falta de oxígeno es tan prolongada que se produce muerte de células musculares se produce el infarto de miocardio.

Angina de pecho

Es una sensación de dolor, opresión o malestar que generalmente se inicia en el centro del pecho, que puede extenderse principalmente a los brazos, el cuello, la espalda y la mandíbula, es de intensidad progresiva y duración limitada. Muchas veces este dolor coincide con el ejercicio, el trabajo, la actividad sexual y las emociones, situaciones todas ellas que aumentan las necesidades de oxígeno del corazón. La angina desaparece cuando cesa la circunstancia que la desencadenó.

En otras ocasiones, el dolor o crisis de angina, aparece en reposo. En este caso lo que ocurre es que se forma un coágulo sobre una placa de ateroma que no ocluye del todo la arteria o bien un espasmo de la pared de la arteria que dificulta el paso de sangre.

Infarto de miocardio

Un infarto es un área de tejido que ha muerto por falta de oxígeno. Se caracteriza por:

  • Dolor torácico intenso y prolongado que se percibe como una presión intensa, y que puede extenderse (irradiarse) a brazos y hombros sobre todo izquierdos, espalda, e incluso los dientes y la mandíbula.
  • El dolor se describe como un puño enorme que retuerce el corazón. Es similar al de la angina de pecho, pero más prolongado, y no responde a la nitroglicerina bajo la lengua.
  • El dolor a veces se percibe de forma distinta, o no sigue ningún patrón fijo, sobre todo en ancianos y en diabéticos, en los que puede percibirse como un dolor prolongado en la parte superior del abdomen que uno atribuye a indigestión.
  • Dificultad para respirar.
  • Mareo: Es el único síntoma en un 10%.
  • Otros: Pueden ocurrir náuseas, vómitos, desfallecimiento y sudoración.

Antecedentes de angina inestable: ataques frecuentes de angina de pecho no ligados a actividad física.

El miocardio, o músculo del corazón, puede sufrir un infarto cuando existe una enfermedad coronaria avanzada.

La corona de vasos sanguíneos que llevan oxígeno y nutrientes al propio músculo cardíaco (vasos “coronarios”) puede desarrollar placas de ateroma (ver arteriosclerosis), lo que compromete en mayor o menor grado el flujo de oxígeno y nutrientes al propio corazón, con efectos que varían desde una angina de pecho (cuando la interrupción del flujo de sangre al corazón es temporal) a un infarto de miocardio (cuando es permanente e irreversible).

La presencia de arteriosclerosis en un vaso dado hace que en dicho vaso existan estrechamientos y que en ellos se desarrolle más fácilmente un trombo: un coágulo de plaquetas, proteínas de la coagulación y desechos celulares que acaba taponando el vaso. Una embolia es un trombo que ha viajado por la sangre hasta llegar a un vaso pequeño donde se enclava, ocluyéndolo.

Un infarto de miocardio es una urgencia médica por definición. Si cree Usted que puede estar sufriéndolo o está con alguien que puede tenerlo, busque inmediatamente atención médica. Las demoras son un error grave que se cobra miles de vidas cada año.

Tratamiento

En la mayoría de las ocasiones, los pacientes con angina de pecho o infarto de miocardio pueden ser controlados con tratamiento médico, y hacer una vida normal.

Los objetivos del tratamiento son, según los casos, hacer desaparecer o al menos disminuir los episodios de dolor u otros síntomas de la enfermedad, evitar un nuevo infarto y prolongar la vida.

El tratamiento que habitualmente se utiliza en los pacientes con enfermedad coronaria (angina de pecho e infarto de miocardio) pueden ser de tres tipos:

  • Tratamiento con medicamentos: antiagregantes plaquetarios, betabloqueantes, antagonistas de calcio, estatinas.
  • Angioplastia coronaria: cuando las arterias coronarias bloqueadas o estrechadas producen angina de pecho o infarto de miocardio en un paciente más bien joven y sin otras complicaciones, puede estar indicada una angioplastia coronaria transluminal percutánea (ACTP), llamada simplemente angioplastia coronaria.

El procedimiento es más fácil que el nombre. Básicamente se trata de remodelar (angioplastia) el vaso taponado (coronaria) desde dentro del propio vaso (transluminal) al que se accede a través de la piel (percutánea). Todo ello se hace con anestesia local, con el afectado despierto.

Tras una inyección de anestesia local en la ingle o en la zona del hombro, se introduce en una arteria de la pierna o del brazo un tubito hueco y flexible llamado catéter guía. Guiado por un monitor de TV que muestra una imagen radiográfica del catéter avanzando por el vaso, el médico lleva el catéter hasta la arteria coronaria estrechada.

Una vez allí se inserta otro segundo catéter, más pequeño, dentro del catéter guía.

Este segundo catéter tiene un globo hinchable en la punta, que se infla alrededor de medio minuto para ensanchar la parte ocluida de la arteria; cuando está inflado, se puede notar dolor anginoso, que desaparece lentamente al desinflarlo.

Después se retira el catéter globo, y vuelven a hacerse radiografías (inyectando un contraste radioopaco a través del catéter guía) para ver cómo ha mejorado el flujo. Todo el proceso se completa en 30 a 90 minutos.

Los resultados son buenos. El procedimiento fracasa sólo en un pequeño porcentaje de pacientes, en los que se hace necesaria cirugía cardíaca mayor (by pass ó derivación aorto-coronaria). Las ventajas de la angioplastia son incontables con respecto a la cirugía mayor. Los riesgos y los costes de personal y material son mucho más bajos, y la estancia posterior en el hospital puede ser de unos pocos días, en vez de semanas.

Sin embargo, la angioplastia no cura la enfermedad de base (la arteriosclerosis, por lo general), y en ocasiones hay que repetirla para reabrir el mismo vaso que ha vuelto a ocluirse.

  • Tratamiento quirúrgico: La técnica más utilizada se conoce con el nombre de “bypass” (en castellano se conoce como “injerto” o “puente” coronario). Consiste en volver a restaurar el flujo de sangre a la zona isquémica utilizando para eso un fragmento de una vena o arteria secundaria (obtenida de una pierna o el pecho) que “salta” por encima de la zona bloqueada.

Tratamiento con medicamentos

  • Analgésicos: (medicamentos para el dolor). Si el dolor torácico persiste y es insoportable, se administra morfina o medicamentos similares para aliviarlo.
  • Trombolíticos: Son medicamentos para disolver el coágulo que impide que fluya la sangre. Se ponen sustancias como la estreptoquinasa o un “activador del plasminógeno tisular”, bien en la vena, o bien directamente en el coágulo por medio de un catéter (un tubito largo y flexible).
  • Nitratos: Los derivados de la nitroglicerina producen una vasodilatación de las arterias coronarias. En la angina de pecho se toman en pastillas que se colocan debajo de la lengua o también en spray. También pueden tomarse en pastillas de acción prolongada o ponerse en parches de liberación lenta sobre la piel. En la fase aguda de un ataque al corazón, suelen usarse por vía venosa.
  • Betabloqueantes: Actúan bloqueando muchos efectos de la adrenalina en el cuerpo, en particular el efecto estimulante sobre el corazón. El resultado es que el corazón late más despacio y con menos fuerza, y por tanto necesita menos oxígeno. También disminuyen la tensión arterial ya que relajan loso músculos de la pared arterial.
  • Digital: Los medicamentos derivados de la digital, como la digoxina, actúan estimulando al corazón para que bombee más sangre. Esto interesa sobre todo si el ataque al corazón produce insuficiencia cardíaca.
  • Los calcio-antagonistas o bloqueantes de los canales del calcio impiden la entrada de calcio en las células del miocardio limitando su capacidad de contracción y, consecuentemente, sus necesidades de oxígeno. Esto disminuye la tendencia de las arterias coronarias a estrecharse y además disminuye el trabajo del corazón y por tanto sus necesidades de oxígeno. También disminuyen la tensión arterial. No suelen usarse en la fase aguda de un ataque al corazón, aunque sí inmediatamente después.

 

Al final la recomendación es visitar a su Cardiólogo o en su defecto visitar nuestro sitio web https://medicosenmerida.mx/medicos-en-merida/cardiologos/ para encontrar el especialista que mejor se adapte a sus necesidades.