A pesar de lo indecoroso del nombre popular de esta enfermedad, describe los síntomas bastante bien: el ganado vacuno afectado manifiesta un andar errático, falta de coordinación muscular y un comportamiento anormal que incluye ansiedad, nerviosismo, frenesí y agresión.

Conocida también por el nombre científico de encefalopatíaespongiforme bovina (EEB) , el desorden neurológico es el resultado de una infección por un agente de transmisión poco común llamado prion que contiene una proteína replicante, cuya naturaleza no está entendida completamente.

El período de incubación de la enfermedad es de entre cuatro y cinco años y hay hipótesis que una forma espontánea de EEB ha existido ocasionalmente durante siglos entre el ganado. Sin embargo, el brote crítico se dio en Reino unido a finales de la década de 1980.

Se cree que el ganado fue infectado al ser alimentado con productos que contenían restos animales, como huesos y carne de otras criaturas que habían desarrollado espontáneamente la enfermedad. Otro producto que pudo estar presente en el alimento vacuno es la carne de corderos afectados con tembladera.

El primer caso humano relacionado a la epidemia de EEB se dio en 1996, en forma de una nueva enfermedad: una variante de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (vCJD).

Aunque rara, los humanos que desarrollan vCJD pierden progresivamente la capacidad para pensar y moverse, y con el tiempo no pueden ver, hablar ni alimentarse por sí solos.

La ruta de transmisión no está definitivamente comprobada, pero todo apunta al consumo de carne contaminada con EEB, particularmente los productos que contengan sesos u órganos digestivos de animales infectados.

Fuente: Epidemias mundiales.