Descripción general

La atresia tricuspídea es un defecto cardíaco presente al nacer (congénito) en el que una válvula (válvula tricúspide) que se encuentra entre dos de las cavidades del corazón, no está desarrollada. En su lugar, hay tejido sólido entre las cavidades, lo que limita el flujo sanguíneo y provoca un desarrollo incompleto de la cavidad cardíaca inferior derecha (ventrículo).

Un bebé, un niño o un adulto con atresia tricuspídea no obtiene suficiente oxígeno del cuerpo. Las personas que tienen esta enfermedad se cansan fácilmente, suelen tener dificultad para respirar y presentan una coloración azulada en la piel.

La atresia tricuspídea se trata con múltiples cirugías. La mayoría de los bebés con atresia tricuspídea que se someten a una cirugía alcanzan normalmente la adultez, aunque a menudo se necesitan cirugías de seguimiento.

Síntomas

Los síntomas de la atresia tricuspídea son evidentes inmediatamente después del nacimiento y pueden incluir los siguientes:

  • Coloración azulada de la piel y de los labios (cianosis)
  • Dificultad para respirar
  • Cansancio rápido, sobre todo durante la alimentación
  • Crecimiento lento y poco aumento de peso

Algunos bebés o personas mayores que tienen atresia tricuspídea también manifiestan síntomas de insuficiencia cardíaca, tales como los siguientes:

  • Fatiga y debilidad
  • Falta de aire
  • Hinchazón (edema) en las piernas, en los tobillos y en los pies
  • Hinchazón del abdomen (ascitis)
  • Aumento repentino de peso por la retención de líquidos

Cuándo consultar al médico

Informa al médico si tú o tu hijo presentan alguno de los síntomas mencionados.

Causas

La atresia tricuspídea se presenta durante el desarrollo fetal del corazón. Algunos factores genéticos, como el síndrome de Down, podrían aumentar el riesgo de que el bebé padezca anomalías cardíacas congénitas, como la atresia tricuspídea, pero generalmente se desconoce la causa de la enfermedad cardíaca congénita.

Cómo funciona el corazón

El corazón está dividido en cuatro cavidades: la aurícula derecha y el ventrículo derecho, y la aurícula izquierda y el ventrículo izquierdo. El lado derecho del corazón impulsa la sangre hacia los pulmones, donde recoge oxígeno antes de circular al lado izquierdo del corazón. El lado izquierdo del corazón bombea sangre hacia un gran vaso llamado «aorta», que hace circular la sangre rica en oxígeno hacia el resto del cuerpo.

Las válvulas controlan el flujo de sangre que entra y sale del corazón. Estas válvulas se abren para permitir que la sangre fluya hacia la cavidad siguiente o hacia una de las arterias, y se cierran para evitar que la sangre fluya en sentido contrario.

Cuando surgen problemas

En la atresia tricuspídea, el lado derecho del corazón no puede bombear la cantidad de sangre suficiente a los pulmones porque falta la válvula tricúspide. Una capa de tejido bloquea el flujo de sangre desde la aurícula derecha hasta el ventrículo derecho. Como consecuencia, el ventrículo derecho suele ser pequeño y no estar desarrollado del todo (hipoplásico).

En su lugar, la sangre fluye desde la aurícula derecha hasta la aurícula izquierda a través de un orificio en la pared entre ellos (tabique). Este orificio es un defecto del corazón (comunicación interauricular) o una abertura natural agrandada que supuestamente se cierra poco después del nacimiento (persistencia del agujero oval o conducto arterial persistente). Los bebés con atresia tricuspídea pueden necesitar medicamentos para evitar que la abertura natural se cierre después del nacimiento o una cirugía para crear una abertura nueva.

Muchos bebés que nacen con atresia tricuspídea tienen un orificio entre los ventrículos (comunicación interventricular). En estos casos, algo de sangre puede fluir a través del orificio entre el ventrículo izquierdo y el ventrículo derecho, y entonces se bombea la sangre a los pulmones a través de la arteria pulmonar.

Sin embargo, la válvula entre el ventrículo derecho y la arteria pulmonar (válvula pulmonar) puede estrecharse, lo que puede reducir el flujo sanguíneo a los pulmones. Si la válvula pulmonar no se estrecha y la comunicación interventricular es grande, puede circular demasiada sangre a los pulmones, lo que puede provocar insuficiencia cardíaca.

Algunos bebés también pueden tener otros defectos cardíacos.

Factores de riesgo

En la mayoría de los casos, se desconoce la causa de los defectos cardíacos congénitos, como la atresia tricuspídea. Sin embargo, existen varios factores que podrían aumentar el riesgo de que un bebé nazca con un defecto cardíaco congénito, entre ellos:

  • Madre con sarampión alemán (rubéola) u otra enfermedad viral al comienzo del embarazo
  • Padre con un defecto cardíaco congénito
  • Edad mayor de los padres en la concepción
  • Obesidad materna
  • Beber alcohol durante el embarazo
  • Fumar antes o durante el embarazo
  • Madre con diabetes mal controlada
  • Consumo de algún tipo de medicamento durante el embarazo, como isotretinoína contra el acné (Claravis, Amnesteem y otros), algunos medicamentos anticonvulsivos y algunos medicamentos para el trastorno bipolar
  • Presencia del síndrome de Down, un trastorno genético que ocurre por la presencia de una copia adicional del cromosoma 21

Complicaciones

Una complicación de la atresia tricuspídea que puede poner en riesgo la vida es la falta de oxígeno en los tejidos del bebé (hipoxemia).

Complicaciones en el futuro

Aunque el tratamiento mejora considerablemente el resultado en bebés con atresia tricuspídea, pueden presentarse complicaciones en el futuro, como las siguientes:

  • Formación de coágulos sanguíneos que podrían bloquear una arteria en los pulmones (embolia pulmonar) o causar un accidente cerebrovascular
  • Cansancio fácil al realizar alguna actividad o ejercicio
  • Anomalías en el ritmo cardíaco (arritmias)
  • Enfermedad renal o hepática

Prevención

Generalmente, los defectos cardíacos congénitos, como la atresia tricuspídea, no pueden prevenirse. Si tienes antecedentes familiares de defectos cardíacos o un hijo con un defecto cardíaco congénito, un asesor en genética y un cardiólogo con experiencia en defectos cardíacos congénitos pueden ayudarte a analizar los riesgos relacionados con embarazos futuros.

Las siguientes son algunas medidas que puedes tomar durante el embarazo para reducir el riesgo de que tu bebé tenga un defecto cardíaco o de otro tipo:

  • Toma una cantidad adecuada de ácido fólico. Toma 400 microgramos de ácido fólico por día. Se ha demostrado que esta cantidad, que ya suele estar incorporada en las vitaminas prenatales, reduce los defectos del cerebro y de la médula espinal; además, el ácido fólico también podría ayudar a prevenir defectos cardíacos.
  • Habla con el médico sobre el uso de medicamentos. Ya sea que tomes medicamentos de venta libre o con receta, un producto de hierbas o un suplemento dietético, consulta al médico antes de tomarlos durante el embarazo.
  • Evita fumar y tomar alcohol durante el embarazo. Puede aumentar el riesgo de tener defectos cardíacos congénitos.
  • Evita la exposición a sustancias químicas, siempre que sea posible. Durante el embarazo, es recomendable que evites el contacto con sustancias químicas, como productos de limpieza y pinturas, tanto como puedas.

 

Al final la recomendación es visitar a su CARDIOLOGO o en su defecto visitar nuestro sitio web https://medicosenmerida.mx/medicos-en-merida/cardiologos/ para encontrar el especialista que mejor se adapte a sus necesidades.