clase La repetición de la información en voz alta puede aumentar nuestra memoria verbal, según las conclusiones del último estudio llevado a cabo por la Universidad de Montreal (Canadá) y publicado en revista Consciousness and Cognition.

 

La investigación, liderada por el profesor del departamento de lingüística y traducción de la Universidad de Montreal, Victor Boucher, contó con la participación de 44 estudiantes de habla francesa. Los jóvenes tuvieron que leer una serie de lexemas (la parte de la palabra que contiene el mayor peso de significación) mientras portaban unos auriculares que emitían ruido blanco con el que no podían oír sus propias voces.

 

¿Es la repetición beneficiosa en el contexto de la comunicación? Los participantes estuvieron inmersos en cuatro experimentos distintos en los que tenían que repetir distintos lexemas: repitiéndolos en silencio mientras movían los labios, repitiéndolos en silencio sin hacer ningún movimiento, repitiéndolos en voz alta mientras miraban una pantalla de ordenador con los lexemas o repitiéndolos en voz alta dirigiéndose a una persona.

 

Tras esto, los estudiantes fueron sometidos a una tarea de distracción. Luego, los investigadores pidieron a los jóvenes que repitieran los lexemas que recordaran de los experimentos anteriores (en cada uno de los experimentos los lexemas eran distintos). Los resultados revelaron que el mayor porcentaje de recuerdo o recuperación de la memoria se produjo en el experimento en el que repetían en alto los lexemas mientras se dirigían a alguien en concreto.

 

Según Victor Boucher “cuando articulamos sonidos, creamos una referencia sensorial y motora en nuestro cerebro. Nuestra boca se mueve y sentimos nuestras cuerdas vocales vibrar y la producción de uno o más aspectos sensoriales permite un recuerdo más eficiente del elemento verbal. El simple hecho de articular sin hacer ruido crea un vínculo sensoriomotor que aumenta nuestra capacidad de recordar, pero si está relacionada con la funcionalidad del discurso, nos acordamos aún más”.

 

Profundizando en el hecho de que realizar la repetición de la información delante de una persona mejoraba aún más la memoria, añade: “el efecto añadido de hablar con alguien demuestra que además de los aspectos sensoriomotores relacionados con la expresión verbal, el cerebro se refiere a la información multisensorial asociada con el episodio de comunicación. El resultado es que la información se retiene mejor en la memoria”, sentencia Boucher.