Algunas veces los niños tienen problemas al oír. Frecuentemente, estos problemas se diagnostican cuando todavía son bebés. Si los padres o los doctores se dan cuenta de que el infante o niño(a) tiene un problema de audición, pueden comenzar a tomar los pasos necesarios para ayudarlo a oír mejor. Si un niño(a) de mayor edad desarrolla un problema de audición, él o ella también pueden obtener ayuda.

Una de las mejores personas a la que se debe acudir cuando hay un problema de audición es un audiólogo. Un audiólogo es un especialista que ha sido entrenado para entender cómo funciona la audición y como ayudar a los a los niños(as) que no pueden oír con normalidad.

Un niño(a) con problemas de audición puede tener este problema por algo tan simple como exceso de cera en los oídos. Un doctor puede solucionar este problema y ayudar a que el niño(a) pueda oír de nuevo con normalidad. Pero los problemas de audición también pueden ser más complicados – pareciéndose un poco a cómo resolver un misterio. ¿Por qué? Porque el oído está formado por varias partes, en su mayoría el oído está escondido dentro de tu cabeza, y está conectado con tu cerebro. Para poder oír, tus oídos necesitan a tu cerebro y tu cerebro necesita a tus oídos.

Un audiólogo puede ayudar a encontrar dónde está el problema cuando un niño(a) no puede oír. Él o ella pueden enviar un reporte al pediatra del niño(a) para que puedan trabajar juntos y resolver el problema. Los niños(as) que sufren de problemas en los oídos pueden visitar a un audiólogo con frecuencia para ver cómo los tratamientos están haciendo efecto y asegurarse de que no han habido cambios en la audición.