El descubrimiento de los rayos X hace más de un siglo cambió profundamente la práctica de la medicina al hacer posible que médicos y científicos pudiesen ver lo que ocurría dentro del organismo con vida. Hoy en día, la medicina moderna está pasando por una nueva etapa de transformación, y la medicina nuclear y la imagen molecular están en la vanguardia, investigando profundamente dentro del cuerpo para revelar su funcionamiento interno.

A diferencia de los estudios de imagen convencional, los cuales proporcionan principalmente imágenes anatómicas estructurales, la medicina nuclear y la imagen molecular son capaces de visualizar el funcionamiento del cuerpo con vida, proporcionando información a nivel celular y molecular. La evolución del diagnóstico por la imagen- desde la producción de imágenes anatómicas hasta la posibilidad de visualizar y medir procesos fisiológicos en el cuerpo con vida- es crucial para todas las facetas de la medicina actual, desde el diagnóstico de la enfermedad en su etapa más inicial y el desarrollo de terapias más efectivas, hasta la personalización del tratamiento médico.Gracias a la ayuda de la medicina nuclear y la imagen molecular, científicos y proveedores de salud están:

  • Consiguiendo entender los mecanismos de enfermedad
  • Descubriendo rápidamente nuevos fármacos
  • Mejorando la selección de tratamientos personalizados
  • Evaluando cercanamente la repuesta del paciente al tratamiento
  • Encontrando nuevas maneras de identificar individuos a riesgo de contraer determinadas enfermedades.

¿Por qué son la medicina nuclear y la imagen molecular únicas?

En el diagnóstico por imagen convencional, una fuente de energía externa (como los rayos x, campos magnéticos u ondas de ultrasonido) es utilizada para producir imágenes de los huesos y tejidos blandos. En los procedimientos de medicina nuclear e imagen molecular, la fuente de energía es introducida dentro del organismo, donde se incorpora específicamente a un tejido, órgano o proceso molecular determinado y luego detectada mediante un dispositivo externo (gammacámara, cámara de SPECT o cámara de PET) para proporcionar información acerca de la función de un órgano y de su actividad celular.

Puesto que las enfermedades comienzan con cambios microscópicos celulares, la medicina nuclear y la imagen molecular tienen el potencial de identificar la enfermedad en una etapa muy temprana, cuando el tratamiento es más efectivo, y a menudo antes de que las técnicas de imagen convencional y otras pruebas sean capaces de revelar anormalidades.

La obtención de esta información sin la ayuda de pruebas de la Medicine Nuclear y la Imagen Molecular requeriría procedimientos invasivos- como biopsias o cirugía- o simplemente sería imposible de obtener.

Con su habilidad única de identificar los signos tempranos de enfermedad y otras anormalidades, la medicina nuclear y la imagen molecular ofrecen la posibilidad de cambiar la atención médica al paciente y convertirla en una atención proactiva en vez de reactiva, lo que permitirá salvar y mejorar innumerables vidas.