Todos los niños que acuden a la guardería están sometidos a una exposición mayor de gérmenes infecciosos, la mayor parte virus.

¿Se pueden prevenir?

El contacto entre un gran número de niños, en un ambiente cerrado, predispone a su diseminación, lo cual se traduce en un incremento casi inevitable de episodios de resfriados, gastroenteritis, infecciones de la piel, conjuntivitis, enfermedades exantemáticas, etc. Muchos cursaran con fiebre. Ante la aparición se estos síntomas es necesario acudir con el pediatra para evitar posibles complicaciones.

La prevención es difícil, pues en su mayoría ya se han transmitido, antes aún de presentar los primeros síntomas. Es entendible, por lo tanto, la importancia del lavado de manos, antes y después de tocar los alimentos o entrar al baño, así como mantener a los niños con las vacunas actualizadas y comunicar a la escuela en los casos en que el niño curse con enfermedades contagiosas para lograr un adecuado control y limitar su propagación.

Los niños menores de 2 años y medio desarrollan más infecciones durante su primer ingreso a la guardería, sin embargo, aquellos que cursan con infecciones leves durante su estancia, son menos propensos a adquirir infecciones en la etapa escolar o adolescencia, probablemente debido a que está exposición estimula su sistema inmune. Esta disminución de infecciones en la edad escolar no ocurre en los niños que ingresan a la guardería en edades mayores.

Síntomas

Tos intensa, dificultad para respirar, coloración amarillenta de la piel o los ojos, ojo rojo, erupciones, manchas o granos inusuales en la piel, llagas o lesiones de la piel infectadas, fiebre, conducta alterada (niños irritables y llorones sin causa aparente, somnolientos, menos activos, con pobre apetito o que simplemente luzcan mal, decaídos), rascado frecuente de la cabeza o la piel, evacuaciones pálidas o grises, evacuaciones con moco y/o sangre, orina inusualmente oscura, color té, dolor de garganta o al deglutir y de cabeza, vómitos, pérdida de apetito y diarrea.

La conducta adecuada en caso que el niño presente estos síntomas, en la guardería será:

  • Comunicar al responsable de la guardería
  • Separar al niño del resto de los niños
  • Tomar la temperatura del niño
  • Si el niño está estornudando o tosiendo, recordarle taparse la boca y lavarse las manos cuando esto ocurra
  • Si limpia la nariz del niño, recordar utilizar pañuelos de papel, eliminarlos después de su uso y lavarse las manos
  • Después de estar en contacto con un niño que pudiera estar enfermo, recordar evitar tocar otro niño antes de lavarse las manos
  • La separación de los niños por grupos de edad, evita la diseminación a otros grupos y al personal responsable del niño
  • Verificar el lavado de manos antes de las comidas
  • Evitar compartir utensilios y alimentos
  • Desinfectar con cloro u otro detergente las superficies de juego y áreas de comida frecuentemente
  • Evitar compartir ropas, abrigos, cobijas o juguetes de los niños enfermos
  • Si el niño ensucia su ropa con vómitos o diarrea, guardar la ropa sucia en bolsas cerradas, desinfectar el sitio y lavarse las manos

Cuando el niño presenta síntomas en casa, no debe ser llevado a la guardería, preferentemente en los siguientes casos:

  • Que el sentido común lo aconseje
  • Que requiera cuidados que no pueden brindarse en la guardería
  • Que no pueda participar adecuadamente de las actividades de la guardería
  • Si presenta síntomas evidentes de enfermedad contagiosa (tos, dificultad respiratoria, fiebre, diarrea, vómitos, erupción en piel, etc.)
  • Cuando el pediatra lo aconseje

 

Al final la recomendación es visitar a su Pediatra o en su defecto visitar nuestro sitio web https://pediatrasenmerida.com/especialidades-pediatricas/  para encontrar el especialista que mejor se adapte a sus necesidades.