Los ácaros del polvo viven en tejidos y alfombras y son comunes en todas las habitaciones de la casa. Pero la mayoría de los niños se exponen a la mayor parte de los ácaros del polvo en el dormitorio, donde los colchones y las almohadas son el verdadero hábitat de estos microbios.

Aunque te pueda parecer que las medidas que recomendamos a continuación dan mucho trabajo, son muy útiles. “Los padres que siguen estos pasos pueden esperar entre un 60 y un 70 por ciento de mejoría en las alergias de sus niños”, dice Virant, “y esto debería reducir notablemente el nivel necesario de medicación”.

  • Recubre el colchón del bebé con una funda impenetrable de tela con trama muy ceñida, que puedes comprar en las tiendas de artículos hipoalergénicos. A diferencia de las fundas de vinilo, esta proporciona una útil barrera que permite la transpiración y no se arruga. Usa cobijas, en vez de edredones grandes y acolchados.
  • Lava la ropa de cama una vez por semana con agua caliente para matar los ácaros. Pon la temperatura del calentador de agua a alrededor de 130 grados Fahrenheit (55 grados Celsius) antes de lavar la ropa de cama. Es importante que les avises a todos los miembros de la familia que el agua estará más caliente de lo normal. Después no te olvides de volver a bajar la temperatura del calentador a unos 120 o 125 grados F (50 grados C) para que tu familia no se queme cuando se lave las manos o bañe.
  • Evita amontonar juguetes de peluche en la habitación del bebé porque atraen como un imán los ácaros del polvo. Lava los favoritos de tu pequeño con agua caliente una vez a la semana o mételos de noche en el congelador para que el frío mate los ácaros.
  • Sacude el polvo y pasa la aspiradora una vez por semana o cada dos semanas, pero asegúrate de que el niño no esté en la habitación cuando lo hagas. Al sacudir el polvo y pasar la aspiradora puedes esparcir las partículas residuales de los ácaros que queden en la habitación. Pasar un trapo húmedo, en lugar de usar un sacudidor, tal vez te ayude a evitarlo.
  • Considera invertir en una aspiradora con un filtro especial de muy alta eficiencia (en inglés son conocidos como filtros HEPA o High Efficiency Particulate Air), que atrapa incluso las partículas microscópicas que no retienen las aspiradoras comunes.
  • Si tu hijo tiene una intensa alergia a los ácaros del polvo, contempla la posibilidad de quitar las alfombras que van de pared a pared y reemplazarlas por un piso que no le cause problemas (los pisos de madera o vinil son una buena opción).
  • Limpia o reemplaza los filtros de la calefacción y el aire acondicionado una vez por mes durante las estaciones en que se usan. Procura limpiar los conductos de la calefacción todos los otoños.

Si tu pequeño ya presenta síntomas de alergias, es recomendable que un Alergólogo Pediatra lo valore, ya que él te ayudará a tomar las medidas necesarias para el cuidado adecuado de tu bebé.