En las patologías oculares infantiles hay que diferenciar entre los defectos refractivos o de binocularidad y las patologías oculares. Así, esta sería la diferencia entre ellos y el tratamiento más adecuado en cada caso:

Defectos refractivos o de binocularidad:

  • Ambliopía (comúnmente conocida como ojo vago), es causada por un mal desarrollo de la visión en uno de los ojos, ocasionando diferente agudeza visual entre un ojo y el otro. Puede ser debido a una diferencia de la graduación entre ambos ojos, una desviación de uno de ellos o una patología ocular. Es muy importante detectarla en etapas tempranas para el buen desarrollo ocular y de aprendizaje de nuestros niños. Se suelen tratar con prescripción de gafas, oclusión y/o ejercicios.
  • Estrabismo: esta ambliopía anteriormente nombrada puede ser resultado de un estrabismo, que consiste en la falta de alineación o paralelismo de los ojos. Ambos ojos no miran al mismo objeto al mismo tiempo y las señales de estos ojos mal alineados son activadas y desactivadas por el cerebro. Este, para evitar doble visión, puede anular la de uno de estos ojos, haciendo que el niño al final utilice únicamente el ojo con mejor visión, ocasionando ambliopía u ojo vago. El tratamiento suele ser con oclusión, con gafas, con ejercicios y, en algunas ocasiones, acaban en cirugía.
  • Defectos refractivos: la hipermetropía infantil (incorrecta visión de cerca), la miopía (no ver bien de lejos) y el astigmatismo (defecto de curvatura corneal) son los problemas visuales más frecuentes en la niñez. De hecho, la hipermetropía fisiológica se considera normal durante el desarrollo visual (o proceso de emetropización) hasta aproximadamente los 9 años (+/- 1 año). Se solucionan con la prescripción de gafas.
  • Otros trastornos de binocularidad o acomodación. Los ojos deben trabajar conjuntamente, ya sea en alineación como en enfoque. Si esto no se produce el sistema visual no trabaja bien, por lo que los niños tienen problemas en la lectoescritura y aprendizaje. Es importante su detección para no influir en su etapa escolar. Se solucionan con la prescripción de gafas y/o ejercicios visuales.

Patologías y afecciones más comunes:

  • Daltonismo: alteración en la forma de distinguir colores, generalmente se presenta como confusión entre un par de tonalidades de color, en los que el verde y el rojo son los más frecuentes. El daltonismo no puede prevenirse, ya que es un defecto congénito. No tiene ningún tratamiento.
  • Conjuntivitis: puede referirse a una infección viral o bacteriana (ambas muy contagiosas) o a una reacción alérgica, que no es contagiosa. Se tratan generalmente con instilación de colirios a nivel local.
  • Chalazion: tiene la apariencia de un pequeño bulto en el párpado y normalmente es producido cuando se tapona una glándula de Meibomio, que es una glándula del párpado que produce aceite. No es debido a ninguna infección y suele tratarse con colirios locales.
  • Orzuelo: a diferencia del chalazion, el orzuelo es un bultito doloroso que aparece cerca del borde el parpado y que es debido a la infección de un folículo de una pestaña. Se suelen tratar con colirios locales pero, en ocasiones, si se enquistan, es necesario la extirpación mediante una sencilla cirugía.
  • Obstrucción del conducto lagrimal: esta obstrucción parcial o total. Suele ser muy frecuente en los primeros meses de vida y, por el simple desarrollo, desaparecen solas. Al no poder evacuar la lágrima hace que el ojo llore y se irrite. Se recomienda masajear la zona el punto lagrimal y, en caso de presentar infecciones recurrentes, acudir al especialista en Oftalmología. En algunas ocasiones es necesaria la intervención quirúrgica.
  • Ptosis: implica la caída de un párpado superior que, al cubrir el ojo, ya sea parcial o totalmente, bloquea la visión. El tratamiento es control evolutivo pero, si impide la visión del ojo implicado, puede acabar en cirugía.
  • Catarata infantil: es la pérdida de transparencia del cristalino (lente natural del ojo), ocasionando borrosidad o nulidad de la visión. En niños puede provocar problemas de visión a largo plazo. Por ese motivo, la detección y el tratamiento temprano pueden prevenir una pérdida de visión permanente en niños con cataratas. Su tratamiento es quirúrgico, en función del tipo de catarata y de la afectación de la visión en cada caso.
  • Patologías de fondo de ojo: A nivel de retina existen patologías infantiles, generalmente de carácter genético. Tales como la degeneración macular infantil, deformaciones de nervio óptico o fibras nerviosas mielinizadas. Su tratamiento suele ser control evolutivo, en la mayoría de los casos.

 

Cómo detectar que nuestro hijo no ve bien o que sufre alguna enfermedad visual

La observación de nuestros hijos cuando juegan, cuando dibujan, cuando escriben, cuando leen o incluso cuando van mirando por la ventanilla del coche es importante para darnos cuenta de que algo puede ir mal. Ante cualquiera de estos síntomas es recomendable una revisión con el oftalmólogo:

  • Bajo rendimiento escolar
  • Falta de atención y concentración
  • El niño evita actividades como leer, pintar, dibujar o juegos que requieren enfocar de cerca
  • Posiciones no naturales de la cabeza (ladea la cabeza para enfocar), o cierra un ojo
  • Dificultad para distinguir los colores
  • Dolor de cabeza frontal recurrente
  • Enrojecimiento de los ojos
  • Manchas blanquecinas en la zona de la pupila

 

¿Cómo se diagnostican las patologías oculares infantiles?

Las patologías anteriormente nombradas se diagnostican con una visita exhaustiva al oftalmólogo. Se realizarán pruebas de:

  • Agudeza visual monocular y binocular (para detectar ambliopías)
  • Refracción subjetiva y refracción bajo cicloplégico (para detectar si el niño necesita corrección con gafas)
  • Motilidad ocular (para detectar desviaciones)
  • Acomodación (para detectar problemas de enfoque)
  • Exploración de salud ocular (para detectar problemas de conjuntivitis, chalazión, orzuelo, ptosis, cataratas, obstrucción lagrimal)
  • Exploración del fondo de ojo (para detectar problemas en coroides y retina) En algunas ocasiones es necesario la realización de pruebas complementarias.

 

¿Por qué es importante tratar las patologías oculares infantiles cuanto antes? ¿Qué problemas derivados se podrán evitar?

La buena visión es esencial para el desarrollo físico y cognitivo de nuestros pequeños, ya sea en su proceso de aprendizaje en la larga etapa escolar como en sus relaciones sociales. Es por ello que el diagnóstico y tratamiento temprano son esenciales para manejar la salud ocular de nuestros hijos.

El máximo desarrollo del sistema visual se produce hasta aproximadamente los 9 años de edad, por tanto, muchas de la afecciones anteriormente comentadas, una vez pasados estos años, son complicadas o imposibles de resolver con éxito.

Son recomendables revisiones rutinarias a partir de los 3 o 4 años y hasta la adolescencia. Aunque, en caso de presentar algunos de los síntomas anteriormente indicados, hay que acudir antes.

 

Al final la recomendación es visitar a su Oftalmólogo o en su defecto visitar nuestro sitio web https://medicosenmerida.mx/medicos-en-merida/oftalmologos/ para encontrar el especialista que mejor se adapte a sus necesidades.