El consumo de alcohol durante el embarazo puede provocar graves problemas al feto, daños que pueden aparecer en cualquier momento de la infancia del niño, no solo tras el nacimiento. Algunos de los trastornos del espectro alcohólico fetal son: síndrome de alcoholismo fetal, síndrome del alcohol fetal parcial, trastorno del neurodesarrollo relacionado con el alcohol y defectos de nacimiento relacionados con el alcohol. Según algunos estudios, en Europa estos trastornos afectan entre 3,7 y 7,4 niños por cada 1000.

las razones principales por las que evitar la ingesta de alcohol por gestantes son los graves perjuicios ocasionados al bebé:

  • Incrementa el daño cerebral con posibles problemas de discapacidad intelectual y retraso en el desarrollo del niño.
  • Multiplica las posibilidades de malformaciones del neonato como anomalías faciales, cardiacas o microcefalia.
  • Afecta directamente en el comportamiento del pequeño provocando dificultades de adaptación en la escuela o en la familia y trastornos por déficit de atención e hiperactividad.
  • Se relaciona con la aparición de anomalías en el desarrollo del sistema nervioso central.
  • Eventualmente, puede ocasionar incluso la muerte del feto.