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Los Angiólogos Cirujanos Vasculares son médicos especialistas que tratan de manera exclusiva las enfermedades que afectan el resto del sistema circulatorio excluyendo el corazón y sus vasos; de la cabeza a los pies, con excepción de los vasos que están dentro del cráneo y del cerebro.


Dr.Raúl A. Bacelis Arzápalo
Angiología y Cirugía Vascular y Endovascular
Ced. Prof. 3769299 Ced. Esp.5114333
*Certificado por el consejo Mexicano de Cirugía Vascular
*Posgraduado del CMN Siglo XXI Várices, problemas de circulación y Pie diabético.
Servicios
- Varices
- Escleroterapia
- Cirugía Vascular
- Atención especializada en pie diabetico
Clínica de Mérida Consultorio 423
Colonia García Gineres
Tel. 9204511 /
9421800 ext 1297
drraulbacelis@hotmail.com

Dra Marina Durán Parra
Angiología, Cirugía Vascular y Endovascular.
Ced. Prof. 7361233.
Ced. Esp. 10839747.
*Certificada por el Consejo Mexicano de Angiología y Cirugía Vascular A.C. Certificado #565.
*Miembro de la Sociedad Mexicana de Angiología y Cirugía vascular.
*Egresada del Centro Médico Nacional «SIGLO XXI»
Servicios
- Atención al pie diabetico.
- Tratamiento con láser para varices
- Úlceras vasculares
- Escleroterapia
- Enfermedad arterial
- Linfedema.
Edificio Platino CMA (Consultorio 22)
Calle 56 esq Av Pérez Ponce Centro.
lunes a viernes de 9 a 1 pm

Dr. Enrique Ortíz Herrasti
Cirujano Vascular
Cédula Especialidad 6745761. UNAM.
*Miembro Sociedad Española de Angiología y Cirugía Vascular.
*Posgrado Hospital Del Mar, Barcelona, España.
*Cirugía Endovascular, Hospital Saint James’s, Dublín, Irlanda.
Servicios
-
Centro de atención de heridas.
Aseguramos un diagnóstico adecuado y una curación completa en las manos correctas.
DETECCIÓN DE ENFERMEDAD VASCULAR CON ESTUDIO DE VANGUARDIA ÚNICO EN MÉXICO
Especialistas en heridas, pie diabético y cirugía endovascular (mínimamente invasiva)
Atención a:
- Problemas de circulación
- Insuficiencia venosa
- Insuficiencia arterial
- Escleroterapia
- Cirugía láser de varices
- Heridas
- Pie diabético
- Aneurismas
¡Nuestra meta es tu curación!
Atención previa cita
Servicio a domicilio
Torre Millenium
EME RED HOSPITALARIA
Calle 56 56, Zona Paseo Montejo, Centro, 97000 Mérida, Yuc.
Consultorio 229
Conmutador: 999 6890456 Ext 1268
Artículos de angiologos en Mérida

ANEURISMA
Un aneurisma es un ensanchamiento o abombamiento anormal de una parte de una arteria debido a debilidad en la pared del vaso sanguíneo.
No está claro exactamente qué causa los aneurismas. Algunos están presentes al nacer (congénitos). Los defectos en algunas de las partes de la pared arterial pueden ser responsables.
Los lugares comunes para los aneurismas incluyen:
- La arteria mayor que sale del corazón, como aorta abdominal o torácica
- El cerebro (aneurisma cerebral)
- Detrás de la rodilla en la pierna (aneurisma de la arteria poplítea)
- El intestino (aneurisma de la arteria mesentérica)
- Una arteria en el bazo (aneurisma de la arteria esplénica)
La presión arterial alta, el colesterol alto y el tabaquismo pueden aumentar el riesgo de ciertos tipos de aneurismas. Se cree que la presión arterial alta juega un papel en los aneurismas aórticos abdominales. La enfermedad ateroesclerótica (acumulación de colesterol en las arterias) también puede llevar a la formación de algunos aneurismas. Algunos genes o condiciones, como la displasia fibromuscular pueden resultar en aneurismas.
El embarazo está frecuentemente asociado con la formación y ruptura de aneurismas en la arteria esplénica.

INSUFICIENCIA VENOSA
La insuficiencia venosa es la incapacidad que tienen las venas de las extremidades inferiores para empujar la sangre desde éstas hasta el corazón, al fallar las válvulas que se encuentran en las paredes de las venas, pierden su elasticidad y puede producir hinchazón y la circulación se hace más difícil.
Hay señales que permiten descubrir la insuficiencia venosa
El cansancio de las piernas acompañado de calambres y hormigueo así como la aparición de pequeñas venas azuladas (telangiectasias) y pequeñas venas (várices) son síntomas de la insuficiencia venosa.
Los factores agravantes principales son:
- La vida sedentaria, las estancias prolongadas de pie o sentado.
- El aumento de peso, el hábito tabáquico y el aumento de la ingesta de alcohol de forma descontrolada.
- El estreñimiento
- Algunas situaciones en etapas como embarazo, menopausia, envejecimiento.
- Algunos medicamentos (anticonceptivos orales), etc.
Hoy en día no existen estudios científicos que avalen que el tratamiento medicamentoso mejore o cure esta enfermedad. La mejor forma es su prevención. El angiólogo valorará si en alguna etapa de la insuficiencia venosa debe remitirle a un especialista vascular para algún otro tratamiento quirúrgico o no.
La prevención es importante tome en cuenta las siguientes recomendaciones
- No permanecer de pie, quieto o sentado largos periodos de tiempo: Si debemos hacerlo por motivos de trabajo o viajes largos en coche, avión o autobús, trataremos de mover frecuentemente los pies y las piernas, realizando giros con los tobillos. También conviene levantarse del asiento con frecuencia y andar unos cuantos pasos. Asimismo, es importante proteger las piernas de golpes y rozaduras.
- Piernas arriba: Para aquellas personas que trabajen sentadas con el ordenador, es conveniente utilizar un reposapiés. Y durante la noche, mejor dormir con las piernas elevadas unos 15 centímetros.
- Unos sencillos ejercicios todos los días: La práctica de ejercicios ha demostrado ser eficaz para la mejora de la circulación venosa.
- Aplicar ligeros masajes en piernas y tobillos: Mientras permanecemos tumbados, podemos masajearnos las piernas desde los pies hasta los muslos.
- Mejor ducha que baño: Podemos activar la circulación alternando duchas no excesivamente calientes (de 38º como máximo) con duchas frías en las piernas. Al finalizar, aplicaremos agua fría a las pantorrillas en sentido ascendente, para aliviar la sensación de pesadez.
- Evitar la ropa ceñida y los ambientes demasiado calurosos: Las prendas de ropa muy ajustadas son desaconsejables porque pueden dificultar el retorno venoso desde las piernas al corazón. Además, conviene evitar toda fuente de calor (saunas, depilación mediante cera caliente, tomar el sol en las piernas…), ya que estimulan la dilatación de las venas y la aparición de varices. Utilizar calzados cómodos y frescos.
- Atención a la alimentación: Tanto el sobrepeso como el estreñimiento pueden afectar a la circulación, por lo que, para prevenirlos, resulta clave seguir una dieta rica en fibra, frutas, verduras y cereales.
- El ejercicio, fundamental: Las actividades que más benefician a la circulación de las piernas son la natación o el caminar. El baile, la gimnasia y el realizar bicicleta estática o andar en bicicleta también pueden ser buenas alternativas para favorecer el retorno venoso.
- Cuidado con el tabaco y el alcohol: Junto a la alimentación y la práctica de algún tipo de deporte, también debemos mantener unos hábitos sanos.
- La posibilidad de utilizar medias de compresión: Nuestro médico puede orientarnos acerca de este tipo de soluciones, que actúan aproximando las paredes de las venas, de forma que facilitan que las válvulas cierren bien y que la sangre ascienda correctamente.

ENFERMEDAD ARTERIAL PERIFÉRICA
La enfermedad arterial periférica es un problema circulatorio frecuente en el que las arterias estrechadas reducen el flujo sanguíneo a las extremidades.
Cuando padeces enfermedad arterial periférica, las extremidades, generalmente las piernas, no reciben un flujo sanguíneo suficiente para satisfacer la demanda. Esto provoca síntomas, especialmente dolor en la pierna al caminar (claudicación).
También es probable que la enfermedad arterial periférica sea un signo de una acumulación generalizada de depósitos de grasa en las arterias (ateroesclerosis). Esta afección puede reducir el flujo sanguíneo al corazón y al cerebro, así como a las piernas.
A menudo, puede tratarse la enfermedad arterial periférica con éxito si se deja el tabaco, con ejercicio y con una dieta saludable.
la mayoría de las personas con enfermedad de la arteria periférica no presentan síntomas, o tienen síntomas leves, algunas personas tienen dolor en las piernas al caminar (claudicación).
Los síntomas de la claudicación comprenden dolores o calambres musculares en las piernas o los brazos, ocasionados por hacer actividad, como caminar, pero desaparecen después de algunos minutos de descanso. La ubicación del dolor depende del lugar de la arteria obstruida o estrechada. El dolor en la pantorrilla es la ubicación más frecuente.
La gravedad de la claudicación varía en gran medida, desde un malestar leve hasta un dolor debilitante. La claudicación grave puede dificultar el hecho de caminar o realizar otros tipos de actividad física.
Los signos y síntomas de la enfermedad de la arteria periférica incluyen los siguientes:
- Calambres dolorosos en los músculos de las caderas, muslos o pantorrillas después de realizar ciertas actividades, como caminar o subir escaleras (claudicación).
- Entumecimiento o debilidad
- Sensación de frío en la parte inferior de la pierna o en el pie, en especial en comparación con la otra extremidad.
- Llagas que no sanan en los dedos de los pies, en los pies o en las piernas
- Un cambio de color en las piernas
- Pérdida de vello o crecimiento lento del vello en pies y piernas
- Crecimiento más lento de las uñas del pie
- Piel brillante en las piernas
- Falta de pulso o pulso débil en piernas o pies
- Disfunción eréctil en los hombres
Si la enfermedad de la arteria periférica progresa, podrías incluso sentir dolor cuando estás en reposo o cuando te acuestas (dolor en reposo isquémico). Puede ser lo suficientemente intenso como para interrumpir el sueño. Dejar colgar las piernas sobre la orilla de la cama o caminar por la habitación puede aliviar temporalmente el dolor.
Si tienes dolor de piernas, entumecimiento u otros síntomas, no los descartes como una parte normal del envejecimiento.
Incluso si no tienes síntomas de la enfermedad de la arteria periférica, puede que necesites un examen de detección si cumples con algunas de estas características:
- Tienes más de 65 años
- Tienes más de 50 años, pero tienes antecedentes de diabetes y tabaquismo
- Tienes menos de 50 años, pero tienes diabetes y otros factores de riesgo para la enfermedad de la arteria periférica, no dejes de consultar al médico especialista angiología

LINFIDEMA
El linfedema es una acumulación de líquido linfático en los tejidos adiposos justamente debajo de su piel. Esta acumulación podría ser también considerada como una obstrucción que genera inflamación y malestar. A menudo ocurre en los brazos y las piernas, pero también puede surgir en rostro, cuello, torso, abdomen (vientre) y órganos genitales.
Es importante saber que el linfedema puede en ocasiones empeorar al grado de causar problemas graves, y que a menudo es una afección crónica o de largo plazo. Por esta razón se requiere controlar en sus etapas iniciales para ayudar a reducir los síntomas y evitar que empeore.
El sistema linfático forma parte del sistema inmunológico del cuerpo. Consiste en una red de ganglios, conductos o vasos linfáticos, así como órganos que funcionan en conjunto para recolectar y transportar el claro líquido linfático (linfa) a través de los tejidos hacia la sangre. Es muy similar a la manera en que las venas recolectan la sangre desde las partes distantes del cuerpo (como manos y pies) y la traen de regreso al corazón.
El líquido linfático que circula por el cuerpo contiene proteínas, sales y agua, además de glóbulos blancos, lo que ayuda a combatir las infecciones.
Los vasos o conductos linfáticos disponen de válvulas unidireccionales que funcionan en conjunto con los músculos del cuerpo para ayudar a trasladar los fluidos linfáticos (linfa) a través del cuerpo y controlar el flujo.
Los ganglios linfáticos son pequeños glándulas con la forma de un frijol y que junto con los vasos linfáticos funcionan para ayudar a filtrar las sustancias ajenas del cuerpo, tal como las células de un cáncer y las infecciones. Los ganglios linfáticos se localizan en muchas partes del cuerpo, incluyendo cuello, axilas, pecho, abdomen (vientre) e ingles.
Las anginas, las amígdalas, el bazo y el timo también son partes del sistema linfático. Para las personas con cáncer, la acumulación del líquido linfático puede ocurrir por:
Cirugía contra el cáncer, especialmente cuando se extirpan los ganglios linfáticos. Los tejidos cercanos afectados por la radioterapia que podrían incluir los ganglios y vasos linfáticos. Infecciones que pueden afectar tejidos los tejidos alrededor o generar tejido cicatricial. Otras afecciones de la salud, tal como enfermedades cardiovasculares, artritis y eczema. Cambios o mutaciones genéticas que afecten al sistema linfático.
Lesiones o traumas en ciertas partes del cuerpo.

ESCLEROTERAPIA
La escleroterapia trata de manera efectiva las venas varicosas y las arañitas. Por lo general se la considera el tratamiento de elección para las venas varicosas pequeñas.
La escleroterapia utiliza inyecciones con una aguja angosta muy fina para mejorar la apariencia estética de las venas arañas, tratar pequeñas várices en las piernas, y aliviar síntomas relacionados tales como dolor, quemazón, hinchazón y calambres. Cada tratamiento generalmente resulta en la eliminación del 50 al 80 por ciento de las venas inyectadas.
Después de la escleroterapia, las venas tratadas tienden a desaparecer en el plazo de unas pocas semanas; aunque a veces puede pasar un mes o más para ver el resultado final. En algunos casos, se necesitan varios tratamientos de escleroterapia.
La escleroterapia se realiza con frecuencia para:
- Fines cosméticos, para mejorar el aspecto de venas varicosas y arañitas
- El procedimiento también puede mejorar los síntomas relacionados como:
- Dolor
- Hinchazón
- Ardor
- Calambres nocturnos
Si estás embarazada o amamantando, los médicos recomiendan que esperes para realizar una escleroterapia.
Si recibiste tratamiento para las arañitas o pequeñas venas varicosas, por lo general los resultados finales se podrán observar después de tres a seis semanas. Las venas más grandes pueden tardar entre tres y cuatro meses. Sin embargo, se necesitan varios tratamientos para lograr los resultados que deseas.

ÚLCERA VASCULAR
La úlcera vascular se refiere a una herida mal cicatrizada localizada en la pierna. La causa es una circulación deficiente debido a cambios patológicos de suministro arterial y/o drenaje venoso. Casi el 90 % de todas las úlceras de pierna se pueden atribuir a esta causa.
Una úlcera venosa es una complicación de una insuficiencia venosa crónica que proviene generalmente de cambios secundarios a una tromboflebitis profunda o varicosa de las venas superficiales, perforantes y/o profundas.
El sistema venoso se compone de venas superficiales y profundas. Las venas superficiales están situadas entre la piel y los músculos, las venas profundas entre los músculos y ambos tipos se conectan entre sí mediante las venas perforantes. Todas estas venas tienen válvulas que normalmente aseguran que la sangre fluya de las venas superficiales al sistema profundo. Si las válvulas son incompetentes o están dañadas (p. ej., síndrome posflebítico), se puede producir una insuficiencia venosa dejando que la sangre retorne y se acumule en las venas de las piernas. Esto a su vez aumenta la presión sanguínea en las piernas y causa una fuga de líquido de las venas hacia el tejido con su correspondiente edema tisular. La región cutánea edematosa puede romperse y en ocasiones se puede desarrollar una úlcera visible en la piel.
Antes de iniciar cualquier tratamiento es esencial que esté identificada la etiología correcta de la úlcera vascular, es decir, úlcera arterial frente a venosa, ya que una aplicación inadecuada de un tratamiento compresivo en una extremidad isquémica (úlcera arterial) tendría un efecto perjudicial. Las úlceras venosas aparecen generalmente en la cara media de la pierna, justo debajo del tobillo. Al contrario que las úlceras arteriales, las úlceras venosas son, por lo general, grandes y presentan bordes irregulares. La piel circundante está a menudo hiperpigmentada.
Si no se trata la causa en origen, el problema se prolongará en el tiempo y se producirán recidivas, es decir, volverán a aparecer. Consulte con un angiólogo para un diagnóstico y tratamiento a tiempo

¿Varices?
Las várices son muy comunes en mujeres que en hombres y más sí se tiene una edad mayor o tiene obesidad, no hace ejercicio o tiene antecedentes familiares de venas varicosas. También pueden ser más común durante el embarazo.
Los hombres también pueden sufrir de esta condición. Las várices y arañitas vasculares no solo afectan la estética de las piernas, también alteran la calidad de vida de quién las desarrolla.
Las venas varicosas son venas hinchadas y retorcidas que pueden verse justo debajo de la piel. Por lo general ocurren en las piernas, pero también se pueden formar en otras partes del cuerpo. Las hemorroides son un tipo de vena varicosa.
Sus venas tienen válvulas que ayudan a mantener la sangre fluyendo en una sola dirección hacia su corazón. Si las válvulas están débiles o dañadas, la sangre puede detenerse y acumularse en las venas. Esto hace que las venas se hinchen, lo que puede conducir a venas varicosas.
Hacer ejercicio, perder peso, elevar las piernas al descansar y no cruzarlas al sentarse puede ayudar a evitar que las várices empeoren. El uso de ropa suelta y evitar largos períodos de pie también puede ayudar. Si las várices son dolorosas o no le gusta su apariencia, su médico puede recomendar procedimientos para extirparlas.
Si no se tratan, las várices más grandes pueden volverse problemáticas, pueden causar síntomas como picazón, dolor, pesadez e hinchazón en las piernas. La presión dentro de la vena puede debilitar aún más el funcionamiento de la válvula. Eso puede conducir a cambios crónicos en la piel y los tejidos, lo cual incluye úlceras o llagas abiertas, y piel dura y engrosada.
Las várices son una condición médica tratable, lo recomendable es acudir con un Angiólogo generalmente puede diagnosticarlas con un examen físico. También pueden ordenar un ultrasonido u otras pruebas para evaluar el problema de una manera más completa. El tratamiento depende de la gravedad de los problemas de las venas. Van desde cambios en el estilo de vida hasta procedimientos médicos.

PIE DIABÉTICO ¿COMO EVITAR INFECCIONES?
El pie diabético es una alteración clínica que se produce por mantener unos niveles de glucosa más elevados de lo habitual, sus características son:
- Una disminución de la sensibilidad en el pie (neuropatía).
- Una disminución de la circulación de la sangre (isquemia).
Ambos factores pueden predisponer la aparición de una ulceración en el pie.
La diabetes es la causa más frecuente de amputación del pie en países desarrollados y se estima que el número de pacientes diabéticos diagnosticados va a aumentar significativamente. Muchas de estas amputaciones se podrían evitar, en la medida de lo posible, si se realizasen las acciones preventivas necesarias. A continuación, te exponemos una serie de consejos:
- Realiza el cribaje neuropático y vasculopático
Se recomienda realizar una vez al año el cribaje neuropático y vasculopático para comprobar el estado y la evolución de la enfermedad. Hay que destacar que, en pacientes de riesgo, es recomendable hacerlo cada seis meses.
- Observa a diario el pie
Es aconsejable que todos los días observemos con detenimiento los pies prestando especial atención a la punta del dedo gordo, al resto de dedos sobre todo por la parte de abajo, al talón y a la planta sin olvidar tampoco la zona exterior del pie. Si vemos que aparece alguna rozadura, herida o enrojecimiento lo ideal es acudir a un especialista porque, como se suele decir, «más vale prevenir que curar».
- Cuidado al cortar las uñas
Como detallamos en nuestro post «Consejos para cortar las uñas de los pies», el corte debe ser recto utilizando un cortaúñas o un alicate recto, e intentando no dejar nunca esquinas ya que esto nos puede generar una lesión en la piel. En pacientes con diabetes, una pequeña herida a la que podríamos no darle importancia puede ser el punto de partida de una posible infección. Por ello, te aconsejamos que acudas al podólogo si es necesario para evitar este tipo de problemas. Puede parecer algo banal pero no lo es.
- Presta especial atención a la higiene
En un paciente diabético es importante lavar todos los días los pies y mantenerlos muy limpios. Es recomendable hacerlo con agua tibia y jabón. Cabe recordar que muchos pacientes no tienen sensibilidad en esta parte del cuerpo y no sentir el agua demasiado caliente puede generarle una quemadura. Por este motivo, también tendremos que evitar calentar los pies con bolsas de agua o colocarlos cerca de estufas y radiadores.Secar bien los pies también será fundamental al igual que hidratarlos con cremas específicas, cuidarlos para evitar la aparición de callosidades o durezas o aplicar unos polvos si sudan en exceso.
- Un calzado de calidad con unos calcetines sintéticos
Los mejores zapatos son los de piel. Es recomendable revisar su interior todos los días ya que una pequeña piedra, por ejemplo, puede causar una herida, hay que extremar las precauciones en cuanto al calzado, tomando en cuenta los aspectos más relevantes en cuanto a sus características:
- Escoger un calzado que no oprima ni desajuste y sea ligero.
- La numeración basada en la anchura del antepié.
- La pala debe ser amplia y alta (licra preferentemente).

Láser Endovenoso
Actualmente contamos con la más moderna tecnología Láser.
El Láser Endovenoso para la cirugía de várices presenta grandes ventajas frente a la cirugía convencional. Es mucho menos agresivo, de resultados más estéticos y no se extraen las venas como en la cirugía convencional de várices. Por esta razón, es una técnica mínimamente invasiva, de rápida reinserción laboral, (entre 24 y 48hs.), que en grados menores de insuficiencia venosa se convierte en un tratamiento ambulatorio sin internación.
A diferencia de las cirugías tradicionales, esta nueva terapia se integra en la corriente de servicios de salud que ofrecen alta tecnología y medicina de excelencia.
El Láser Endovenoso para el tratamiento de las várices está cambiando las formas convencionales de terapia vascular.
A diferencia de las cirugías tradicionales, esta nueva técnica permite una rápida recuperación y un alto nivel de eficacia en los resultados. Y por su modalidad, es ideal para quienes quieran realizar el tratamiento lejos de su país de residencia.
Los resultados del tratamiento de várices láser se ven inmediatamente y además, son resultados estéticos.
En algunos casos de várices se tiene disponible una alternativa de tratamiento más económica al láser, la ecoesclerosis. Consulte a un Angiólogo para saber el tipo de tratamiento para usted.

Tratamiento no invasivo de venas varicosas
La escleroterapia es la mejor opción para las arañas vasculares Por lo general se la considera el tratamiento de elección para las venas varicosas pequeñas.
La escleroterapia consiste en inyectar una solución directamente en la vena. La solución de escleroterapia hace que la vena cicatrice, forzando la sangre a reencaminarse a través de venas más sanas. La vena colapsada es absorbida por el tejido local y con el tiempo desaparece.
Después de la escleroterapia, las venas tratadas tienden a desaparecer en el plazo de unas pocas semanas; aunque a veces puede pasar un mes o más para ver el resultado final. En algunos casos, se necesitan varios tratamientos de escleroterapia.
La escleroterapia se realiza con frecuencia para:
Fines cosméticos, para mejorar el aspecto de venas varicosas y arañitas
El procedimiento también puede mejorar los síntomas relacionados como:
- Dolor
- Hinchazón
- Ardor
- Calambres nocturnos
Si estás embarazada o amamantando, los médicos recomiendan que esperes para realizar una escleroterapia.

Timpanometría:
La Timpanometría es un examen utilizado para probar la condición del oído medio y movilidad del tímpano (membrana timpánica) y los huesesillos conductores del oído creando variaciones de presión de aire en el canal auditivo. Timpanometría es una prueba objetiva de la función del oído medio.
Antes del examen, el médico mirará dentro del oído para asegurarse de que no haya nada que esté bloqueando el tímpano.
Luego, se coloca un dispositivo en el oído que cambia la presión del aire en éste y hace que el tímpano se mueva de un lado a otro. Una máquina registra los resultados en gráficas llamadas timpanogramas
El timpanograma es el gráfico que representa los valores de la admitancia del oído cuando se somete al conducto auditivo externo a variaciones de presión gaseosa en el curso de unos segundos ( de +200 mm de H2O hasta -200 mm de H2O ).
La admitancia máxima se establece cuando la movilidad de dicho sistema es óptima. Esto sucede cuando la presión gaseosa a ambos lados de la membrana timpánica es igual, pues en esas condiciones el tímpano está en equilibrio. En condiciones normales esta situación se da cuando la presión a ambos lados del tímpano es de 0 mm de H2O.
Cuando la bomba de presión del impedanciómetro somete al conducto auditivo externo a presiones muy positivas o muy negativas, es sistema tímpano-osicular se desplaza de su posición de equilibrio, empujado o absorbido por la diferencia de presión establecida a ambos lados de la membrana timpánica, y se torna extremadamente rígido.
Fuente: Centro auditivo de Valencia.

Tratamiento de las varices con radiofrecuencia y espuma
¿Cuál es el objetivo del tratamiento de varices con radiofrecuencia y espuma?
Las varices vienen provocadas por la insuficiencia venosa debida a la dilatación de la vena safena interna o vena safena externa, que tienen de consecuencia un efecto de reflujo permanente de la sangre. Lo que persigue el tratamiento es sellar ese reflujo, cerrarlo sin tener que eliminar la vena.
¿En qué consiste el tratamiento de varices con radiofrecuencia y espuma?
Accedemos al interior de la vena por una pequeña herida de 2 mm, introducimos un diminuto catéter y lo hacemos viajar dentro de la vena hasta el punto de origen de la insuficiencia venosa que suele ser a la altura del cayado safeno-femoral o del cayado safeno-puplíteo. En ese punto empezamos a tratar la vena desde su interior mediante calor. El catéter va cerrando a través del calor la íntima, que es la capa más interna de la vena, y a medida que vamos tratando la vena, vamos cerrando y retirando el catéter a lo largo de toda la longitud de la misma. Además, para evitar hacer la extracción de otras ramas, añadimos una inyección de una sustancia en forma de espuma llamada polidocanol. Con esta técnica conseguimos sin prácticamente cicatrices tratar toda la longitud de la vena safena interna o externa, y eliminar las ramas que son tributarias o colaterales mediante el efecto de la espuma.
¿En qué se diferencia de la técnica tradicional?
Esta técnica ofrece eliminar todas las varices sin tener que extraerlas del cuerpo, es decir, la lesión controlada que producimos sobre la vena provoca progresivamente una retracción de la misma que va fibrosando (reducir el tamaño) y secando hasta desaparecer.
¿Qué tipo de anestesia se usará?
El sitio de punzón se hace con anestesia local, el paciente podría estar perfectamente despierto. A veces por la comodidad del paciente elegimos el uso de la sedación. Ésta consiste en la inyección de un fármaco que permite que el paciente quede más tranquilo y relajado durante el tratamiento.
¿Existe riesgos o efectos secundarios?
No podemos decir que existan riesgos específicos asociados a esta técnica, sino que son los riesgos de cualquier técnica de tratamiento de varices, como por ejemplo la trombosis venosa, es decir la aparición de un coágulo en el sistema venoso. Existen otros casos muy concretos de enfermos muy delgados donde puede ocurrir que el catéter utilizado provoque una inflamación alrededor de la vena y eso podría ser un poco más molesto que con la técnica convencional, es decir es arrancar la vena del cuerpo. En general el tipo de complicaciones es similar a cualquier otra técnica utilizada para la eliminación de las varices.
¿Qué resultados se pueden esperar?
Una vez que nosotros eliminamos la variz es conveniente hacer controles anuales. Se entiende como un resultado correcto el que de cada 100 personas, en un 25-30% de los casos, los pacientes pueden tener nuevas apariciones de varices. La ventaja de combinar una técnica poco agresiva como es la esclerosis con espuma, es que en ese caso, en ese 25-30% de los pacientes, podemos evitar con una simple inyección de este producto que las varices vayan a más.
¿Cuándo puedo reanudar mis actividades normales después del tratamiento?
La gran ventaja que tiene esta técnica es que como la agresión es mínima se puede realizar vida normal al día siguiente. El caso de esfuerzos violentos, como el correr de forma vigorosa, se recomienda posponerlo a las dos o tres semanas del tratamiento.
Al final la recomendación es visitar a su Angiólogo o en su defecto visitar nuestro sitio web https://medicosenmerida.mx/medicos-en-merida/angiologos-2/ para encontrar el especialista que mejor se adapte a sus necesidades.

¿Molestias en las piernas?
Entre los problemas de salud que comúnmente afectan a las extremidades inferiores destacan las lesiones traumáticas y las afecciones vasculares. Las primeras hacen referencia a fracturas óseas, desgarros musculares, tendinitis, etc. (problemas que provocan dolor e incapacidad para moverse normalmente) y las segundas tienen que ver con una circulación sanguínea deficiente (lo que puede generar, además de molestias en la zona, la aparición de úlceras, varices y otras complicaciones más graves).
Los problemas de circulación pueden provocar la aparición de úlceras y varices en las piernas, dolor, calambres nocturnos e hinchazón en tobillos y pies.
Problemas de cirulación
Sentir cansancio al caminar, tener dolores nocturnos y presentar lesiones vasculares como úlceras en las piernas o en los pies podría indicar –según el Dr. Carlos Lisbona Sabater, codirector de la Unidad de Cirugía Láser de Varices del Centro Médico Teknon de Barcelona– la existencia de algún problema circulatorio, como la arteriosclerosis.
También la aparición de varices, notar pesadez y hormigueo y experimentar dolor e hinchazón en tobillos y pies (sobre todo en verano y a última hora del día) serían consecuencia de un problema circulatorio y, por lo tanto, sería aconsejable acudir al médico cuando aparecieran los primeros síntomas. Y es que, como explica el doctor Lisbona, especialista en angiología y cirugía vascular: “Las varices pueden ser fuente de complicaciones severas, como flebitis, eccemas cutáneos, cambios de coloración en la piel de la zona por encima de los tobillos, úlceras e incluso trombosis venosas y embolias pulmonares (que pueden llegar a ser mortales). Por este motivo, siempre que veamos varices en las piernas, coloración ocre sobre los tobillos, tengamos alguna de las molestias que hemos comentado o tengamos antecedentes familiares de enfermedades circulatorias, hay que informar al médico”.
Tratar las varices…
La aparición de varices y arañas vasculares no siempre comporta un riesgo asociado. No obstante, lo ideal es que un especialista analice nuestro caso e indique si es necesario seguir algún tratamiento.
Las personas que desean acabar con estas antiestéticas marcas y recuperar unas piernas con aspecto saludable pueden recurrir a la cirugía, solución, como afirma el Dr. Lisbona, “rápida, segura, definitiva y eficaz. Y si, además, se emplea una técnica láser, se añade la particularidad de que es indolora, de muy rápida recuperación, totalmente estética y, según los casos, ambulatoria”.
Para unas piernas sanas y resistentes
1. Mantener un peso adecuado es esencial para gozar de una buena salud. El sobrepeso y la obesidad son factores de riesgo de muchas afecciones y hay que evitarlos.
2. Seguir una dieta sana y equilibrada, que aporte los nutrientes necesarios, ayuda a prevenir numerosas enfermedades, especialmente las que causan problemas cardiovasculares. Hay que evitar el consumo excesivo de grasas.
3. Hacer ejercicio de forma regular mejora nuestra resistencia física., favorece la circulación, fortalece los huesos y tonifica los músculos. Como consecuencia, ayuda a prevenir las afecciones vasculares y las lesiones.
4. Para prevenir los problemas vasculares en las piernas, además, es importante evitar el uso de prendas de ropa muy ajustada, así como permancer largos periodos de tiempo sentado.
Las lesiones más frecuentes
“Las lesiones más típicas en las piernas son las que afectan a los ligamentos de la rodilla y del tobillo. Le siguen por frecuencia los desgarros fibrilares musculares en la pantorrilla y en el muslo, las fracturas de tibia y peroné, las lesiones en el tendón de Aquiles y las tendinitis”, explica el Dr. Aleix Vidal, especialista en traumatología, cirugía ortopédica y traumatología del deporte. Y añade que, aunque no se puede generalizar, puesto que una lesión traumática puede ocurrir a cualquier edad, sí se observa una especial incidencia de las lesiones de ligamentos en el tobillo durante la adolescencia, mientras que las fracturas de tibia y peroné suelen ser propias de los adultos jóvenes. Las lesiones del ligamento cruzado anterior acostumbran a darse entre los 30 y 45 años, especialmente en mujeres, y las roturas del tendón de Aquiles y los desgarros musculares suelen ser frecuentes en adultos del sexo masculino.
Dieta contra las lesiones
La alimentación juega un papel esencial en la salud de los huesos, añade el Dr. Aleix Vidal: “Es fundamental una ingesta adecuada de calcio para la mineralización ósea (por ello se recomienda tomar el equivalente a dos vasos de leche, ya sea en forma de yogur, queso o mantequilla) y un acúmulo correcto de calorías para poder quemar y producir energía como respuesta a la demanda del ejercicio físico (hay que comer proteínas –carnes, pescados, etc.– e hidratos de carbono –pasta, frutos secos, etc.–). Las vitaminas sirven como mediador para muchas funciones metabólicas. La vitamina D, por ejemplo, es esencial para el transporte y la absorción del calcio”.
Al final la recomendación es visitar a su Angiólogo o en su defecto visitar nuestro sitio web https://medicosenmerida.mx/medicos-en-merida/angiologos-2/ para encontrar el especialista que mejor se adapte a sus necesidades.

Hipertensión arterial
La presión arterial es la presión que el corazón necesita ejercer sobre las arterias para que distribuyan la sangre entre los diferentes órganos de nuestro cuerpo. La presión mínima o diastólica se obtiene cada vez que el corazón se relaja, la presión máxima o sistólica, cada vez que el corazón se contrae. La hipertensión arterial (HTA) se da cuando la tensión arterial se mantiene elevada de manera sostenida.
La presión sanguínea se considera normal cuando está por debajo de 120/80 mm Hg y se considera HTA cuando está por encima de 140/90. Por su parte, los valores de tensión que van de 130-139/80-89 mm Hg se consideran prehipertensión, que nos hacen más susceptibles a padecer HTA. Por tanto, tanto si estás en la fase de prehipertensión como en hipertensión, debes vigilar tu alimentación y tu peso para evitar que los valores sigan aumentando.
Causas y tipos de hipertensión
La tensión arterial de nuestro cuerpo puede verse afectada por varios factores. Los más importantes son:
-La cantidad de líquido (sangre) que circula por nuestros vasos sanguíneos. Y que puede verse aumentada por la cantidad de sodio en sangre, las diferentes hormonas del cuerpo o el estado de nuestros riñones
-El diámetro de nuestras arterias, que se estrecha con la edad puesto que los vasos sanguíneos se vuelven más rígidos.
La HTA afecta al 35% de la población española, a un 68% cuando hablamos de los mayores de 60 años. En su caso puede ser secundaria, es decir, debida a otra enfermedad (problemas renales, cardiovasculares o del sistema hormonal) o; como en la mayoría de los casos, primaria. Entonces la causa es desconocida y no se debe a ninguna otra enfermedad.
Síntomas y consecuencias
En la mayoría de los casos la hipertensión no suele tener síntomas y es diagnosticada cuando la tensión se mide por otros motivos o en un control rutinario de salud. Hay algunas personas que sufren un elevamiento repentino de la tensión, lo que se denomina hipertensión maligna, y que pueden tener síntomas como nauseas, vómitos, dolores fuertes de cabeza, visión borrosa o confusión.
Al tener una presión más elevada, el corazón debe hacer un sobreesfuerzo lo que afecta tanto al corazón como a las arterias pudiendo crear anginas de pecho, arritmias, alteraciones en la visión, infarto de miocardio o cerebrales o insuficiencia renal, entre otros.
Tratamiento médico
Si sufres de hipertensión el tratamiento médico consistirá en recetar un medicamento antihipertensivo y controlar tu tensión regularmente. Si tu tensión mejora nunca debes dejar de tomar tu medicación sin consultar con tu médico y, también es recomendable avisarle cuando vayas a tomar alguna otra medicación, ya que en algunos casos, hay medicamentos que pueden anular el efecto del antihipertensivo.
Si sufres prehipertensión no se suele dar ninguna medicación pero si se aconseja realizar algunos cambios en el estilo de vida que nos ayudarán a evitar que la tensión aumente, como por ejemplo:
-Dejar de fumar.
-Realizar ejercicio de manera frecuente pero moderada. Ya que los ejercicios extremos pueden generar un aumento de la tensión.
-Controlar tu estrés
Recomendariones nutricionales
-Reducir el sobrepeso y la obesidad
–Reducción del excesivo consumo de alcohol
–Llevar a cabo una dieta cardiosaludable
Por tanto, es recomendable que no sólo nos centremos en llevar a cabo una dieta baja en sal sino también una dieta cardiosaludable para evitar que acabemos otras enfermedades que empeorasen la salud de nuestro sistema circulatorio y aumentaran nuestro riesgo de padecer alguna enfermedad cardiovascular.
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Mitos y verdades sobre las varices
Las varices son una manifestación de la enfermedad venosa crónica, y uno de los temas centrales de la Cirugía Vascular. En ocasiones, antes de que aparezcan las varices, se experimenta pesadez, cansancio e hinchazón en las piernas. Aquí te proporcionamos algunos mitos y verdades en la prevención y tratamiento de las varices:
• Estar de pie o sentado con las piernas bajas mucho tiempo favorece que aparezcan varices.
Cierto, ya que la gravedad dificulta el retorno de la sangre en las venas y por lo tanto, estas se dilatan y a veces las válvulas que impiden que la sangre circule acaban no cerrando correctamente.
• Los masajes con agua caliente y agua fría en la ducha son beneficiosos para la circulación.
Falso, ya que el calor del agua provoca una dilatación de las venas. Sólo se debe hacer masajes o duchas con agua templada y fría, ya que contrae las venas más superficiales. Es por eso que en invierte suele haber una mejora de los síntomas de las varices.
• En verano no se pueden tratar las varices.
Falso. Se cree popularmente que en verano no se pueden tratar las varices, ni con técnicas esclerosantes ni con láser. Este mito se basa en el error de pretender conseguir resultados inmediatos para lucir piernas durante el verano, lo que es imposible, ya que una variz tratada necesita un tiempo de reabsorción antes de desaparecer.
• Una persona con varices no debe ir a la playa ni tomar el sol.
Falso. Es cierto que el sol puede desarrollar nuevas varices, pero lo que es nocivo son los rayos infrarrojos y no los ultravioleta, que son los que nos ponen morenos. Por lo tanto, si mojamos nuestras piernas frecuentemente y las untamos con protección solar podemos disfrutar de la playa todo lo que queramos. Otra solución es ir a la playa en horas en que el sol calienta más poco, como temprano por la mañana o a media tarde.
• El ejercicio es importante para mejorar la circulación.
Cierto, ya que todos los deportes que muevan las piernas crean una contracción muscular en la pantorrilla. Esto provoca que se vacíen las venas y se active la circulación de retorno. Por lo tanto, la sangre no queda estancada y se previenen las varices.
• A los grandes deportistas les salen varices en todas las extremidades.
Falso. El exceso de ejercicio hace que llegue mayor volumen de sangre en las arterias para cubrir las necesidades de oxígeno de los músculos. A la larga, esto provoca un mayor desarrollo de las venas y éstas se dilatan, lo que en ocasiones se confunde con varices.
• Los viajes de larga duración en avión pueden provocar trombosis en las piernas.
Cierto. Esto se conoce como el “Síndrome de la clase turista” y se debe a la obligación de quedarse inmóvil en un espacio muy reducido durante el vuelo y por la disminución de la presión en cabina. Estos factores facilitan que las personas con enfermedades venosas desarrollen una trombosis en los miembros inferiores. Se aconseja a estas personas que tomen tratamiento anticoagulante, que lleven medias o calcetines de compresión y que hagan ejercicios de flexión y extensión con los pies durante el vuelo.
•Existen “varices internas” en las piernas.
Falso, ya que en los miembros inferiores las varices sólo son superficiales. A nivel interno sólo puede haber insuficiencia por destrucción de las válvulas de las venas profundas, pero esto nunca ocasionará varices. Lo que sí puede ocurrir es que faciliten el desarrollo de varices superficiales por la comunicación que hay entre el sistema venoso profundo y el superficial.
• Las varices operadas pueden volver.
Falso. Si se realiza una cirugía radical, como la cirugía láser, desaparecen todas las varices y es imposible que vuelvan a salir en las zonas operadas. No obstante, si se realiza una cirugía incompleta, no se eliminan totalmente ni las varices visibles ni las colaterales y por eso existe la creencia popular de que las varices se han de operar más de una vez.
• Cuando salen úlceras en las piernas, mejora la circulación.
Falso. Hay una falsa creencia que dice que cuando se sufre de varices muy serias, al abrirse finalmente las úlceras se “descargaba” la circulación y la persona mejoraba. La realidad es absolutamente al revés, ya que las úlceras son la fase final de una insuficiencia venosa muy grave.
• Los anticonceptivos hacen salir varices.
Cierto, aunque sólo se ha podido demostrar que, estadísticamente, las mujeres que toman anticonceptivos durante largos períodos de tiempo desarrollan pequeñas varices, tipo “araña vascular”, aunque siempre que tengan predisposición genética u otro factor de riesgo que las favorezca.
• Los calambres nocturnos y los hormigueos en las piernas son signos de mala circulación venosa.
Falso. Normalmente, las parestesias (hormigueos y calambres) se deben a una alteración de los cordones nerviosos sensitivos, por una contractibilidad de los músculos gemelos o por otras alteraciones sistémicas.
• El tratamiento con esclerosis no sólo elimina las varices tratadas, sino que impide el desarrollo de nuevas varices.
Cierto, ya que además de eliminar las varices que se quieren tratar, no permite el desarrollo de varices que crecerían por ser colaterales a las venas que ya se han esclerosado.
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Acerca del aneurisma de aorta abdominal
Pese a que un aneurisma de aorta abdominal puede ser fatal en caso de rotura, un tratamiento eficaz puede impedir que esto suceda. Al comprender los factores de riesgo, los síntomas y las opciones de tratamiento, el paciente, junto al especialista, puede tomar medidas rápidamente en caso de ser necesario.
¿Qué es la aorta?
La aorta es el vaso sanguíneo principal del cuerpo. Su extensión va desde el corazón, a través del pecho y el abdomen, donde se divide para suministrar la sangre a las piernas. Unaneurisma de aorta abdominal (AAA) es una dilatación de la arteria en la parte de la aorta que se extiende a través del abdomen.
Con el paso del tiempo, este desarrollo de la aorta va incrementándose y finalmente la pared se debilita y la fuerza de la presión arterial puede ocasionar una rotura. Esta situación causa la hemorragia masiva, llegando en muchas ocasiones hasta la muerte.
Causas de un aneurisma de la aorta abdominal
No se sabe con exactitud qué desarrolla un aneurisma abdominal. El abultamiento puede estar causado por una debilidad en la pared de la aorta que se ha inflamado. Algunos especialistas en Angiología y Cirugía Vascular creen que esta inflamación puede deberse a la ateroesclerosis, pero también puede estar relacionada con la herencia u otras enfermedades.
Síntomas de un aneurisma de aorta abdominal
La mayoría de las personas con un aneurisma de aorta abdominal no presentan ningún síntoma. A menudo, los aneurismas crecen lentamente y pasan desapercibidos.
Cuando un aneurisma abdominal se esparce, se puede palpar una sensación pulsátil en el centro o la parte inferior del estómago, dolor en la parte baja de la espalda o sensibilidad en el pecho. La mayoría de los aneurismas abdominales se detectan en la realización de los exámenes médicos rutinarios mediante ecografías o scanners.
Factores de riesgo del aneurisma de aorta abdominal
Si bien las causas concretas del aneurisma de aorta abdominal no están definidas claramente, existen algunos factores de riesgo asociados a él:
• Tener una edad superior a los 50 años
• Ser fumador o haberlo sido
• Obstrucción de las arterias (ateroesclerosis)
• Mantener una presión arterial alta (hipertensión)
• El historial familiar (factores genéticos)
• Colesterol alto (hipercolesterolemia)
Diagnóstico del aneurisma de aorta abdominal
Si el especialista ve signos de presencia de un aneurisma de aorta abdominal, podrá mandar pruebas especiales para confirmar el diagnóstico. Por lo general, éstas consistirán en plasmar la apariencia de su abdomen con imágenes de resonancia magnética (RM), tomografía computarizada (TC) y ecografía.
Las imágenes resultantes de estos métodos contribuyen a su médico a “ver” el interior de la aorta, otros vasos sanguíneos y los órganos de su cuerpo para verificar si tiene un aneurisma de aorta.
Vigilancia estricta
No todos los aneurismas de aorta abdominal precisan de cirugía. Si su aneurisma tiene unas dimensiones pequeñas, el médico puede decidir esperar y vigilar cuidadosamente para ver si se producen cambios. Entre las medidas a tomar están: mantener el control de los factores de riesgo vascular es imprescindible, la abstención de tabaco, control de la tensión arterial, diabetes y niveles de colesterol.
Por otra parte, indicar que el tamaño del AAA es el factor que posiciona a un paciente para ser intervenido o no. En los varones este tamaño es de 55 mm de diámetro y en las mujeres de 50. Si llega a ese tamaño debe buscarse un tratamiento ya.
Reparación mediante cirugía abierta
Con la reparación mediante cirugía abierta, el cirujano realiza un corte grande o incisión, en su abdomen, en el lugar donde se encuentra el aneurisma. El área dañada por el aneurisma se separa quirúrgicamente de la parte principal de la aorta y se sustituye por un tubo sintético, conocido como injerto aórtico, que se sutura en su lugar.
La reparación mediante cirugía abierta de un aneurisma de aorta abdominal se realiza con anestesia general y tarda entre tres y cuatro horas. Puede esperar pasarse un día en una unidad de cuidados intensivos y permanecer en el hospital entre 7 y 10 días.
Reparación endovascular para el aneurisma de aorta abdominal
Una alternativa menos invasiva a la reparación mediante cirugía abierta es la reparación endovascular de aneurisma (EVAR) empleando un dispositivo especial llamado endoprótesis aórtica. La endoprótesis se coloca dentro del área dañada de la aorta para separar el aneurisma del flujo sanguíneo normal. Está diseñada para colocarse desde las arterias femorales situadas en las ingles. No es necesario anestesia general ni abrir el abdomen y a partir de las 6 horas ya se puede comer.
Dado que la reparación endovascular de aneurisma es menos invasiva que la cirugía abierta, seguramente la hospitalización será más breve, habitualmente tan breve como de dos a tres días.
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Trombosis: qué es y cómo prevenirla
Una trombosis es la formación de un coágulo en el interior de un vaso sanguíneo, vena o arteria, ocasionado por diferentes causas, como la alteración de vasos sanguíneos (arterioesclerosis o traumatismos) o la alteración de los factores de coagulación (trombofilias).
Causas de la trombosis
Hay diferentes factores que pueden favorecer la formación de trombosis, como permanecer en cama por un periodo prolongado de tiempo o las intervenciones quirúrgicas. También hay otros factores evitables que favorecen las trombosis como son el tabaquismo, la mala alimentación y la obesidad.
Síntomas de la trombosis
Los síntomas que producen las trombosis son muy variados en función de la zona afectada y de si se trata de una trombosis venosa o arterial.
La trombosis venosa, que afecta a los miembros inferiores, se manifiesta como dolor, enrojecimiento e hinchazón de la pierna de forma brusca.
Sin embargo, otro tipo de trombosis venosa es la que afecta a las venas superficiales varicosas y que se manifiesta como dolor, enrojecimiento y endurecimiento local del trayecto varicoso. La trombosis venosa superficial está directamente relacionada con las varices y tiene una menor trascendencia médica.
La trombosis arterial de miembros inferiores que se produce de forma aguda ocasiona la falta de la perfusión de las extremidades de forma brusca. Clínicamente se manifiesta con frialdad, palidez, impotencia funcional y dolor intenso en pie y pierna.
Consecuencias de la trombosis
La trombosis venosa profunda en miembros inferiores, de forma tardía, puede producir el síndrome postflebítico, que se manifiesta como edema, dolor y afectación de la piel, llegando incluso a desarrollar ulceras de forma crónica.
La mayor complicación aguda de la trombosis venosa profunda es la movilización de un trombo que se encontraba originariamente en las piernas hasta los pulmones, ocasionando una embolia pulmonar. La embolia pulmonar es una emergencia médica que se manifiesta clínicamente con dolor en en el torax, falta de aire, tos, en ocasiones con sangre (hemoptisis) y en casos graves, hipotensión e incluso pérdida de conocimiento.
La trombosis arterial en miembros inferiores, si no se trata, puede ocasionar el daño en los tejidos y estructuras que no están siendo irrigados, pudiendo llegar al infarto tisular y la gangrena.
Tratamiento de la trombosis
La trombosis venosa profunda de miembros inferiores se trata con medicaciones anticoagulantes y soporte elástico con medias terapéuticas. El diagnóstico precoz y la instauración del tratamiento lo antes posible reducen las complicaciones agudas, en ocasiones graves, y las posibles secuelas crónicas, como el edema y las ulceraciones en las piernas.
La trombosis de los trayectos varicosos se trata con heparina a dosis más bajas y cremas tópicas de corticoides. En un segundo tiempo sería necesaria la valoración de un cirujano vascular para plantear la cirugía de las varices.
La trombosis arterial de miembros inferiores precisa de una valoración urgente por parte de un cirujano vascular para indicar el mejor tratamiento, en ocasiones con medicaciones anticoagulantes o fibrinolíticas, que rompen los coágulos, y en otras ocasiones mediante un tratamiento quirúrgico como bypass, stents, etc.
Prevención de la trombosis
Actualmente, hay una gran concienciación, tanto por parte del sector sanitario como por parte de los pacientes, en la prevención de los eventos trombóticos.
Las trombosis venosas se pueden prevenir con la deambulación precoz tras las intervenciones, el acortamiento de los ingresos hospitalarios y el empleo de heparinas de forma profiláctica cuando se cree necesario.
Las trombosis arteriales se pueden reducir con una reducción de los factores de riesgo cardiovascular, es decir, mediante el control de la tensión arterial y la diabetes, una buena alimentación y la abstención tabáquica.
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Diagnóstico del aneurisma y su mejor tratamiento
La etimología del Aneurisma proviene del griego aneurysma, que significa dilatación. Consiste en el aumento de tamaño de un vaso sanguíneo, alcanzando entre 2,5 a 3 veces su tamaño normal o habitual.
Los aneurismas pueden clasificarse en diversos tipos:
• Verdaderos: los arteriosclerosos y congénitos.
• Falsos: los aneurismas secundarios a traumatismos o a cirugías previas.
• Iatrógenos.
• Micóticos o infecciosos.
• Según su localización pueden ser: cerebrales, aórticos, de los vasos mesentéricos y renales, o de las extremidades.
Causas de los aneurismas
Las causas de esta dilatación pueden ser varias:
• Genéticas: cada vez más, existen teorías sobre el componente genético de esta alteración: se ha podido observar familias con una coincidencia de varios de sus miembros que presentan esta alteración.
• Infecciosas: una infección en la pared del vaso puede ser desencadenante de un aneurisma, en estos casos se trata concretamente de un aneurisma micótico.
• La mayoría de los aneurismas que trata y que estudia el cirujano vascular es el de origen arterioscleroso, su etiología está en una alteración de la capa muscular del vaso, que es la responsable de esta alteración. Acostumbran a aparecer en la Aorta abdominal y torácica, iliacas, Poplíteas, y en mucho menor proporción en lo vasos carotideos, entre otras localizaciones.
Factores de riesgo de la aparición de aneurismas
Los principales factores de riesgo de los aneurismas son:
• Obesidad
• Hipertensión arterial
• Tabaco
• Hiperlipemia
• La edad
• El factor hereditario
Diagnóstico del aneurisma
Estas dilataciones vasculares, tienen una evolución muy dispar si no se tratan, la evolución es a la trombosis o la rotura del aneurisma según su localización, es por ello que su diagnóstico precoz es muy importante.
Clínicamente se puede encontrar una masa pulsátil en la exploración clínica, bajo el punto de vista instrumental, los medios ultrasónicos como la ecografía y el TAC son las técnicas más habituales,
Los aneurismas no presentan síntomas en general, así que su diagnóstico hoy en día es mediante los ultrasonidos, ya que en el estudio de la patología renal y prostática se detecta la alteración aunque siempre es aconsejable efectuar un TAC abdominal para determinar su extensión.
Tratamiento del aneurisma
El tratamiento es uno de los puntos más importantes, no hay que olvidar que personajes ilustres han fallecido por rotura de aneurisma de aorta.
Los primeros tratamiento se remontan a Rudolf Matas en la primera mitad del siglo XX, que inicia junto con Alexis Carrel los primeros tratamientos, consistentes en envolver con celofán la masa abdominal para provocar una fibrosis que detenía su crecimiento o efectuar diversas ligaduras, o la introducción de alambres para provocar su trombosis. No es hasta 1949 que se plantea la sustitución de la zona aneurismática por una prótesis, que es la base de los tratamientos posteriores.
El tratamiento recomendado por lo expertos en Angiología y Cirugía vascular es la sustitución de la zona dilatada, ya sea con la interposición de un nuevo vaso, es decir efectuando un Bypass con material sintético , o con material antólogo del propio paciente en la mayoría de los casos con vena safena, o en los aneurismas periféricos se efectúa la interposición de una prótesis en la zona del aneurisma, esta prótesis va de arteria sana a arteria sana, excluyendo la zona enferma.
El tratamiento de los aneurismas de Aorta abdominal conlleva la apertura del abdomen para poder efectuar esta substitución, con las consiguientes pérdidas hemáticas, y una morbilidad destacada, por lo que se plantea abordajes distintos para disminuir las diversas complicaciones.
Debido a la importante morbilidad de este tipo de tratamiento en los años 1990 se inicia el tratamiento endovascular del aneurisma, siendo uno de los promotores el argentino Parodi, que inicia el tratamiento de los aneurismas con las técnicas endovasculares. Esta técnica consiste en la introducción del material protésico por dentro del vaso, con la ayuda de un catéter. Dicha prótesis así colocada desempeña las mismas funciones, con un abordaje mínimamente invasivo.
La técnica endovascular en el aneurisma cada vez ocupa un papel más importante, ya que permite solucionar el problema con baja morbilidad, si bien es cierto que no todos los casos se pueden solucionar así , pero con ello se puede tratar la gran mayoría de dilataciones aneurismáticas.
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Varices: conoce por qué se producen
Según los especialistas en Cirugía vascular, la enfermedad varicosa es, posiblemente, una de las enfermedades más comunes del ser humano. De modo general podríamos decir que en España existen 3.000.000 de casos de varices, de las cuales un tercio tendrán asociado un síndrome ortostático en mayor o menor grado.
Entre los factores epidemiológicos asociados a la enfermedad varicosa los más importantes son:
– Sexo: más frecuente en mujeres que en hombres, aunque bien es cierto que las mujeres acuden más a consulta para tratar las varices por motivos estéticos, cosa que los hombres hacen en menor medida.
– Edad: el 30% de la población mayor de 60 años presenta algún tipo de insuficiencia venosa. Este porcentaje puede llegar hasta el 50% en las mujeres.
– Herencia: como tal las varices no se heredan, pero presentan un importante factor familiar en su incidencia.
– Profesión: las profesiones que obligan a una bipedestación prolongada presentan una mayor incidencia de varices. En algunos países se ha considerado como una enfermedad profesional.
– Obesidad: a nivel subcutáneo el tejido adiposo proporciona un menor soporte a la pared venosa, con lo cual las varices se desarrollan mucho más rápido.
– Gestación: el 60% de las pacientes varicosas inician su enfermedad con el primer o segundo embarazo.
Morfología de las varices
– Telengiectasias: su color depende de la profundidad a la que se encuentran. Las más superficiales y finas son de color rojo. En cambio, las más profundas son de color azulado. Son asintomáticas y solo representan un problema estético, por lo que muchas veces no se incluyen como enfermedad varicosa.
– Varices reticulares: son pequeñas varices hipodérmicas que normalmente se localizan en el hueco poplíteo y en la cara externa de rodilla o muslo.
– Varices tronculares: son las más frecuentes y responsables de la sintomatología asociada al síndrome ortostático. El tipo de varices de safena interna se desarrollan en la cara interna del muslo y en la pierna. Las varices de safena externa se encuentran en la cara posterior de la pierna.
– Varices de venas accesorias: son las que asientan en las ramas venosas de la safena interna o externa.
– Varices de las perforantes: pueden asentar sobre cualquier grupo de venas perforantes y son más frecuentes en las varices post-trombóticas que en las primarias o esenciales. Se localizan como una dilatación que se palpa muy bien en bipedestación, muchas veces dolorosa, apreciándose por debajo el agujero de la fascia muscular que está agrandado.
Clínica de las varices
El síndrome varicoso suele acompañarse de un conjunto de signos y síntomas que son crónicos y evolutivos con el paso de los años. El paciente debe aprender a vivir con ellos y cambiar sus hábitos de vida para aminorar su sintomatología. El orden de la sintomatología no es anárquico y suele seguir un orden cronológico bastante constante, por lo que ya en la primera visita se puede saber con una relativa seguridad los años de evolución de la enfermedad. Entre los síntomas se encuentran:
– Grado 1: aumento del relieve venoso
En esta etapa inicial el paciente presencia la aparición de venas más o menos dilatadas o tortuosas sin otra sintomatología. Es por esta razón que la mayoría de los pacientes corresponden al sexo femenino, seguramente en motivo de algún embarazo como punto de inicio de la aparición de varices. Por una simple cuestión ortostática el primer sitio donde se aprecian las varices es en la pierna.
– Grado 2: síntomas ortostáticos
En esta fase los síntomas son el cansancio, pesadez, plenitud, dolor, sensibilidad, edema y calambres. A nivel tisular ya empieza a objetivarse una liberación de sustancias «histamino-like» que van a perpetuar el ciclo con la irritación local, el dolor y el edema de la extremidad.
– Grado 3: signos de sufrimiento cutáneo
Entre los síntomas más comunes se encuentran el picor, quemazón, induración, pigmentación, capilaritis y atrofia. Los liberadores histamínicos son tan elevados que se origina una sensación de prurito a nivel del maleolo y la pierna. Este prurito va a originar lesiones más o menos profundas de rascado que a su vez pueden ser origen de diversas complicaciones. La capilaritis y la anoxia local acabarán provocando la atrofia del tejido cutáneo caracterizada por una lipoesclerosis con endurecimiento y adelgazamiento del soporte cutáneo suprafascial. Todas estas alteraciones preparan el terreno para el asentamiento de una úlcera venosa.
– Grado 4: úlcera venosa
La dermitis esclerosante y la persistencia de los fenómenos neurovasculares locales conducen finalmente a formas necrosantes de capilaritis que, de modo espontaneo o favorecido por microtraumatismos, desembocan en úlcera venosa maleolar.
Tratamiento de las varices
El paciente exige tratamientos rápidos, poco invasivos y que le permiten volver a reanudar su vida de forma casi inmediata. Algunos de los tratamientos son:
– Microcirugía de Muller bajo anestesia local
– Cirugía de método Chiva para la safena inguinal
– Radiofrecuencia de safena
– Sellado químico con pegamento
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QUE SON LAS VARICES Y COMO TRATARLAS
La patología varicosa es un problema estético en cuanto que supone una pérdida de la armonía corporal en las piernas, pero también resulta un problema de salud por cuanto provoca una sintomatología clínica definida y molesta, y un problema socioeconómico por su elevada repercusión laboral y social en cualquier país. Se han elaborado estudios que demuestran que más de la mitad de la población sufre varices, pero que en el 44 % de los casos no tienen mayor importancia que la preocupación estética. Por el contrario, un 12% de la población adulta presenta alteraciones o complicaciones secundarias dignas de ser consideradas enfermedad (sensación de pesadez, cansancio, dolor, edema, pigmentación, etc.).
La cifra de pacientes afectados en cualquier grado de evolución de la patología varicosa, representa no sólo un problema individual, sino una elevada repercusión socio-económica y sanitaria a nivel nacional.
¿Qué son las varices?
Las varices son la manifestación externa de alteraciones en las venas, producidas por el efecto de la bipedestación, es decir, por el hecho de que el hombre camine y permanezca erguido durante el día y a lo largo de su vida;. Por esta razón las personas más propensas a padecer varices son aquéllas que permanecen muchas horas de pie y sin moverse, ya que esta postura obliga al aparato circulatorio a hacer un sobreesfuerzo, venciendo la fuerza de la gravedad, para conseguir que la sangre vuelva al corazón desde los pies; por ello la circulación de retorno o venosa es especialmente dificultosa en las piernas. Pero, si la persona no anda, no impulsa esta circulación de retorno a través de la presión que se ejerce en el suelo con la planta de los pies en su movimiento ondulante. Por esta razón, si una persona está sometida a largas horas trabajando de pie y en un espacio reducido, acabará, en un 60% de los casos, por presentar algún síntoma de insuficiencia venosa en los miembros inferiores. Es el caso común de las planchadoras, por ejemplo.
El sedentarismo y la obesidad, así como la falta de ejercicio habitual dificultan, obviamente, el retorno venoso de las extremidades inferiores, y pueden empeorar la insuficiencia venosa preexistente.
Complicaciones de las varices
Cabe distinguir dos grandes tipos de complicaciones producidas por las varices: las venosas y las dermatológicas.
De entre las primeras, se contempla la flebitis varicosa y la rotura venosa:
– La flebitis varicosa es una tromboflebitis obliterante del cordón varicoso superficial. La evolución suele ser benigna, pero las recidivas son frecuentes. Los síntomas se inician brutalmente, con un dolor a lo largo del cordón venoso indurado.
– En la rotura venosa externa, la piel es tan fina que incluso un mínimo traumatismo puede provocar una hemorragia, y en el caso de la interna, el volumen de la pantorrilla aumenta considerablemente , y paralelamente se siente un intenso dolor después de realizar algún tipo de esfuerzo. La impotencia funcional y el hematoma se instalan de inmediato.
Las complicaciones dermatológicas, son importantes por su frecuencia y por sus repercusiones funcional, profesional y social. Pueden afectar a todos los tejidos. El factor mecánico esencial que las determina es la estasis, debida a una hiperpresión venosa superficial.
Son cuatro las complicaciones dermatológicas que se pueden presentar: la dermatitis, las capilaritis, la esclerosis dermohipodérmica y la úlcera.
Varices y herencia
Pero la patología varicosa es también un hecho hereditario, y algunas personas están expuestas genéticamente a esta “herencia varicosa”. La manifestación de los síntomas, en estos casos, aparece a una edad muy precoz.
Las varices, un problema femenino
La mujer padece mucho más que el hombre este tipo de trastornos porque influyen en ella factores: hormonales. Las hormonas femeninas provocan una debilidad de la pared venosa que puede inducir a una mayor dilatación de la misma. En las gestaciones, además del aumento hormonal ya sabido, existe un efecto mecánico de presión del útero, que ha aumentado de tamaño, sobre las grandes venas que conducen todo el retorno venoso de las piernas al corazón. Esta circunstancia provoca el consiguiente un sobreesfuerzo que se añade al exceso de peso soportado por las piernas durante el embarazo.
También los preparados hormonales destinados al control ovulatorio en la edad fértil, o aquéllos otros indicados para evitar la sintomatología propia de la menopausia colaboran en la aparición precoz de las varices.
Pero, en las varices, como en cualquier patología, no sólo es importante el tratamiento, sino una eficaz prevención. Así, trataremos de evitar el sedentarismo, realizar ejercicio físico, evitar asimismo el aumento de peso, no sólo como problema estético, sino porque favorece la aparición de trastornos circulatorios, no utilizar piezas de ropa ajustadas y vigilar los trastornos hormonales.
Causas de los transtornos: los factores hormonales
La mujer es más propensa a sufrir varices que el hombre, aunque éste también está predispuesto si está muchas horas de pie o hace poco ejercicio, porque todos estos factores propician la mala circulación y, en este caso, está afectada la circulación venosa.
Aún así, se sabe que las hormonas femeninas provocan una debilidad de la pared vascular venosa que puede inducir a una dilatación de ésta. Por otra parte, en las gestaciones, se produce un aumento de las secreciones hormonales y se da un efecto mecánico de presión del útero -que aumenta de tamaño- sobre las grandes venas que vienen de las piernas y que conducen todo el retorno circulatorio de éstas hacia el corazón.
Entre el 20 y el 30% de las telangiectasias, por ejemplo, se desarrolla durante el embarazo, sobre todo durante el tercero. Un 43% de casos de varices o telangiectasias suelen tener antecedentes familiares.
Hay medicamentos de carácter hormonal que colaboran en la aparición precoz de varices, por ejemplo los preparados hormonales que provocan el control ovulatorio en la edad fértil o aquéllos que intentan evitar cierta sintomatología propia de la menopausia. Tanto uno como los otros provocan la debilidad de la pared vascular venosa con la posible dilatación de ésta, causa de la aparición de varices más o menos grandes (como las varículas, si son pequeñas, o las telangiectasias o arañas vasculares).
Tratamiento
Por lo que se refiere al tratamiento, no se puede decir que haya un único método para este tipo de patologías que venga a resolver todos los casos y la oferta es muy variada. Pero, cada día se impone más la esclerosis por ser un método poco agresivo y muy resolutivo.
Para las pequeñas dilataciones llamadas arañas vasculares, spiders o telangiectasias tan frecuentes en las pantorrillas de las mujeres de entre 35 y 45 años, utilizamos la microesclerosis. Para ciertas varicosidades anómalas, como las varículas, si éstas no dependen directamente del sistema principal de las venas safenas y además este sistema no está afectado, se tratan con esclerosis química transcutánea que es un método eficaz y seguro, pero, en el cual, es necesario conocer la técnica, sus indicaciones. Pero si se trata de varices que afectan a venas importantes, la esclerosis química se realiza con un apurado seguimiento con eco-doppler, de manera que el método se denomina ecoesclerosis, una metodología que viene a sustituir a la cirugía porque es mucho menos agresivo y con los mismos resultados.
En todos los casos, la esclerosis se practica en sistema ambulatorio y sin hospitalización y el/la paciente puede incorporarse de inmediato a sus quehaceres habituales.
Prevención
No se puede decir que haya un sistema seguro de evitar las varices, porque ya hemos dicho que en su aparición puede influir una cierta predisposición genética, factores hormonales, etc.
Tampoco podemos evitar la posición vertical del cuerpo, ya que ésta es característica de la especie humana. Y la mayoría de veces, tampoco se puede evitar el estar de pie si forma parte de nuestra profesión. Pero, sí que existen una serie de medidas y formas de vida con las cuales podemos prevenirlas o evitar sus complicaciones. El mejor tratamiento es una vida más equilibrada, evitar el sedentarismo y el estar de pie y quieto lo menos posible, además de practicar algún deporte, hacer ejercicio físico, hacer gimnasia o que nos hagan masajes, ya sean manuales, mecánicos o por presoterapia, porque todos ellos facilitan la circulación venosa.
Si la profesión de una persona le obliga a estar muchas horas de pie y quieto, deberá procurar hacer largas caminatas en su tiempo de ocio. Las personas con predisposición familiar o personal han de practicar la natación de manera asidua, ya que este deporte es ideal para los trastornos venosos de las piernas.
Tampoco hay que descuidar los problemas ortopédicos de los pies, las piernas, las caderas y la columna, ya que éstos pueden provocar una alteración en la relación estético-dinámica de las extremidades inferiores e influir en la aparición de trastornos varicosos.
También hay que vigilar los trastornos hormonales, evitar la utilización de ropas ajustadas al vientre o en las regiones inguinales, vigilar también el aumento de peso, no sólo como problema estético, sino también porque favorece la aparición de trastornos circulatorios y también ocasiona afecciones óseas y cardiovasculares.
Al final la recomendación es visitar a su Angiólogo o en su defecto visitar nuestro sitio web https://medicosenmerida.mx/medicos-en-merida/angiologos-2/ para encontrar el especialista que mejor se adapte a sus necesidades.
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