Seguro has escuchado que uno de los trucos para mantener la línea es desayunar y comer bien, pero cenar lo más ligero posible y antes de las 19 horas, ¿la razón? ¡Ahí te va!

A partir de esa hora y el resto de la noche, los niveles de insulina aumentan, provocando que todo aquello que se ingiera se convierta en grasa, especialmente los carbohidratos.

Pero, ¿de qué va la famosa “dieta de las 19 horas”?

Reglas sobre la mesa:

– No quedarse con hambre por la mañana ni por la tarde, para evitar los atracones nocturnos

– En el desayuno, dar prioridad a los carbohidratos, frutas y verduras y en la comida, a las proteínas

– Come de cuatro a cinco veces al día, para evitar la ansiedad y agilizar tu metabolismo

– Evita los excesos en la cena, hazla antes de las 19 horas y mínimo tres horas antes de acostarte

Apégate al “reloj de tu metabolismo”, sé constante y ¡despídete de los kilos extra!