Ambliopía u “ojo perezoso” es uno de los problemas más comunes de la visión en niños. Esto sucede porque uno de los ojos no se comunica bien con el cerebro. El ojo puede parecer normal pero el cerebro “prefiere” el otro ojo. En algunos casos, los dos ojos pueden estar afectados.
 
Las causas incluyen:
 
Estrabismo u ojo bizco: una condición en la cual los ojos no miran en la misma dirección
Errores de refracción en un ojo: cuando uno de los ojos no puede focalizar tan bien como el otro por un problema de su forma. Esto incluye miopía, hipermetropía (hiperopía) y astigmatismo.
Catarata, que opaca o nubla el lente del ojo
El tratamiento para la ambliopía es forzar a usar el ojo perezoso. Hay dos maneras de hacer esto. Uno es que el niño use el parche en el ojo “bueno” por varias horas todos los días por unas semanas o meses. La otra es con gotas que nublan la visión temporariamente. En este caso, se coloca una gota de una medicina que se llama atropina en el ojo “bueno” del niño. A veces, también es necesario tratar la causa subyacente. Esto puede incluir anteojos o cirugía.